Al final, huelga indefinida. Los farmacéuticos alicantinos, hartos de largas y de incumplimientos del Consell en los pagos, convocaron anoche una huelga indefinida a partir del lunes hasta que Sanidad les pague un mínimo de dos meses de la deuda por los medicamentos y presente un calendario de pagos del resto de lo que se les debe.

Pero el cabreo de los farmacéuticos ante la situación no se queda aquí, sino que el colectivo adoptó anoche otras dos medidas de presión igualmente rotundas. Por una parte, han decidido que las farmacias que no tengan dinero informen a sus proveedores de medicinas que no van a pagarles "y si no nos sirven los medicamentos, pues habrá desabastecimiento porque el problema es que ya no se puede aguantar más", indicó anoche a este diario el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Alicante, Jaime Carbonell. Además, y como tercera medida, se ha decidido que si el día 30 de este mes no han cobrado, suspenderán temporalmente el concierto que tienen con Sanidad en la parte de la facturación de recetas, de forma que despacharán las medicinas recetadas pero las cobrarán en su totalidad a los usuarios. En todas estas medidas, según señaló Carbonell, "se contará con las asociaciones de pacientes y les explicaremos lo que hay".

A la asamblea de anoche asistieron unos 600 boticarios alicantinos según Carbonell, lo que supone el 80% del colectivo. "No queríamos llegar a esto", indicó el presidente, "pero la gente está desesperada. Todos estamos desesperados. Hemos aguantado lo indecible, pero ya no podemos más", indicó, para añadir que Sanidad les debe el pago de las medicinas que venden con las recetas desde febrero. "La última vez que cobramos fue hace un mes cuando nos pagaron lo correspondiente a enero, y desde eso, nada. Nos deben desde febrero hasta ahora. Son cinco meses. Es algo tremendo. No hay ninguna otra Comunidad en la que el pago a los farmacéuticos se haya alargado tanto", señaló el presidente.

Al mismo tiempo que los farmacéuticos alicantinos debatían las medidas de protesta ante su situación, el conseller Luis Rosado ofrecía una conferencia en Alicante en la que afirmaba que con los ajustes sanitarios el Consell ha ahorrado 150 millones de euros desde principios de año. Rosado, antes de que se conociera la decisión de las farmacias alicantinas de adoptar medidas de presión, apeló a la responsabilidad del sector y aseguró que estaba intentando agilizar los pagos. Hasta ahora las farmacias habían realizado paros puntuales pero nunca se había llegado a tomar unas decisiones tan drásticas.