Confusión y resignación en el primer día en que el copago farmacéutico entra en vigor. Los pacientes de toda la provincia, sobre todo, pensionistas y enfermos derivados de Urgencias y crónicos, se acercaron ayer a las farmacias de guardia de las distintas ciudades con una duda con la que asaltaban a los boticarios: "¿cuánto tengo que pagar por las medicinas?" El presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Alicante, Jaime Carbonell, explicó que a lo largo de esta primera jornada, pese a la desorientación en muchos casos, no se registraron incidencias de importancia y que los boticarios esperan que los problemas comiencen hoy, día laborable, en el que los ambulatorios y centros de salud están abiertos por lo habrá una mayor emisión de recetas.

Algunos usuarios, como los de la botica de la calle Calderón de Barca 29, se mostraban indignados ante la confusión de estos primeros días; otros, señalaban lo injusto de este nuevo sistema en especial para los pensionistas y rentas más bajas.

La medida entró en vigor un domingo en el que en la ciudad de Alicante solo cinco farmacias estaban de guardia. Los farmaceúticos se afanaban desde primera hora en explicar los detalles del nuevo sistema. Los pacientes con nuevas recetas, a fecha 1 de julio, lo tenían fácil, ya que en estos documentos se especificaba la cantidad que debían abonar. Por el contrario, los pacientes crónicos con recetas anteriores al 1 de julio tenían dos opciones: pagar el 10% del medicamento -los farmacéuticos tienen orden de cobrar este porcentaje por defecto, una cantidad que los enfermos reclamarían posteriormente según cada caso- o bien, pedir en su centro de salud hoy que se actualizaran estas recetas. "Los centros de salud sólo cambiarán las recetas en los casos de pacientes que estén exentos de pagar los medicamentos, como por ejemplo, aquellos con minusvalías", explicó Carmen Canales, responsable de la farmacia de la calle Calderón.

El pasado 18 de abril, el Gobierno anunció la puesta en marcha del copago de medicamentos, una medida que tanto los responsables en materia sanitaria en el Ejecutivo central y comunitario se empeñaron en negar hasta último momento. De esta forma, los pensionistas comenzaron a pagar ayer por primera vez en la historia por sus medicinas en función de su renta. Para la población activa, que ya abonaba parte de los fármacos, el copago significa un aumento del 10% y el 20%. Solo los parados sin prestación y los pacientes con pensiones no contributivas están exentos de este pago.

Las recetas que ayer recibieron las farmacias de guardia de la provincia procedían de Urgencias, residencias o pacientes crónicos. Por ello, las cantidades a pagar por los pacientes oscilaban entre los 30 céntimos y dos euros.

El Colegio Oficial de Farmacéuticos dispuso de un centro de control y ayuda a los boticarios para resolver los problemas en la puesta en marcha del nuevo sistema. El presidente del colegio, Jaime Carbonell, aseguró que se recibieron 120 llamadas relativas a la instalación o aplicación del sistema informático y que no se registró ninguna queja o incidencia relevante.

En el resto de España la primera jornada de copago farmacéutico también discurrió sin mayores incidencias. El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, fue uno de los pocos representantes políticos en pronunciarse sobre el inicio del pago de medicinas. Así, afirmó que con la decisión de sacar de la financiación pública más de 400 medicamentos, el Gobierno ha "descargado el peso de la crisis sobre quienes menos tienen la culpa".

La prueba de fuego comenzará hoy, cuando se ponga en marcha el copago en cientos de farmacias y los pacientes acudan a los centros de salud a modificar sus recetas.