No son los operarios de un espectáculo del Cirque du Soleil. Tampoco los encargados de maravillar al público en parques de atracciones como Eurodisney o Port Aventura. Simplemente son los trabajadores de la empresa Alacantina de Focs i Artifici, cuyo espectáculo, visto al detalle, adquiere una divinidad y una grandeza estética capaz de dejar perplejo hasta al mayor de los impasibles.

Durante veinte minutos, la parte del paseo marítimo situado junto a la playa del Cocó de Alicante, se reconvierte en un escenario repleto de ruido, fuego, humo y color, que rememora a las imágenes que Francis Ford Coppola recreó en la bélica y onírica "Apocalypse Now".

Centenares de tubos, dispuestos en la zona que han pactado con el Cuerpo de Bomberos, no dejan de escupir carcasas que se convierten en el cielo en atronadoras palmeras de colores que dejan boquiabiertos a los miles de alicantinos que, como cada noche de esta semana, han acudido a la cita en la arena del Postiguet. Sauce, diamantina, abanicos giratorios de color y truenos, camuro, digitales de trueno... Los ingredientes que ha utilizado el pirotécnico Pedro Luis Sirvent son de lo más variado, con el fin de ofrecer un menú vibrante, bonito, esplendoroso y largo. "Pretendemos que el castillo contenga mucha carcasa de machaqueo, eso le aportará mucho ritmo", señala este director de orquesta horas antes de que comenzara ayer el espectáculo.

Con sus 14 operarios lleva colocando tubos y pólvora desde primera hora de la mañana. Más tarde, sólo tres o cuatro de ellos, serán los encargados de controlar los lanzamientos a través de un sistema electrónico e informático. Aunque no todo se controla a distancia. Alguno, como si de un artificiero se tratara, se cuela entre las columnas de humo, sorteando las explosiones, para prender la mecha de alguna de las secciones.

Cuando todo acaba, el equipo observa desde el final de playa el recorrido de la traca final que bordea el paseo. Es el sonido que les avisa de que todo ha acabado. De que, haya salido mejor o peor la jugada, el trabajo ya está hecho y ya pueden comenzar a recoger los cacharros y la adrenalina del momento.

Pedro Luis Sirvent explica el proceso: