El desembarco de turistas durante los días grandes de Hogueras dejará en la ciudad la friolera de 30 millones de euros, según las previsiones de la Concejalía de Turismo, que calcula que desde el miércoles hasta hoy pasen por Alicante en torno a un millón de personas. La coincidencia con el fin de semana ha provocado una avalancha de visitantes, sobre todo, procedentes de otras zonas de la provincia. Sólo durante el día de ayer aterrizaron en la ciudad más de 250.000 personas que, según los estudios de Turismo, se gastaron una media de 30 euros. Es decir, un montante de 7,5 millones de euros en sólo un día. ¿En qué? Básicamente en comer y beber en los bares, restaurantes, pubs, barracas y racós, pero también en entradas para los toros, en comprar petardos o en tiques para las atracciones de feria, entre otras cosas.

Desde Turismo hablan de un 12% más de visitantes que durante el año pasado por el hecho de que las fiestas hayan caído en fin de semana. Además, a esa avalancha de personas que visita la ciudad durante un día para ver los monumentos, contemplar la mascletà, presenciar los actos oficiales o vivir la fiesta nocturna hay que sumar los aproximadamente 7.000 turistas que se hospedan en los hoteles de la ciudad. Estos últimos, además de suponer unos ingresos de 700.000 euros para los hoteleros, también se dejarán un buen pico en los negocios de la ciudad. Este volumen de gente, sumado a los más de 330.000 alicantinos, han hecho que este fin de semana las calles bullan de actividad.

Desde Turismo señalan que la ciudad se convierte en un polo de atracción de toda la provincia, pero también de ciudadanos de otras partes de España y del extranjero que aprovechan las fechas para disfrutar no solo del sol y playa que ofrece Alicante, también de la cultura, la fiesta, el ocio y la gastronomía. Estos días y en especial el fin de semana suponen todo un revulsivo. Fuentes de la Concejalía de Turismo sostienen que el 90% de los negocios vinculados a la fiesta y al ocio trabajan a pleno rendimiento.

La presidenta de la Asociación de Hosteleros, María José San Román, coincide que para el fin de semana los bares y restaurante esperan "una avalancha de clientes" que les permita superar la facturación del año pasado. San Román considera que "debería haber menos barracas Abiertas al público en los lugares donde ya existe oferta de restaurantes porque supone una competencia para los hosteleros de la ciudad". No se muestran tan contentos los comercios tradicionales, pues como asevera el presidente del colectivo de Comerciantes por Alicante, José Ballester, "nos perjudica el cierre de las calles".

La organización de la fiesta mueve otros veinte millones

Además del gasto que generan los turistas, en la ciudad se mueven otros veinte millones de euros procedentes del gasto que realizan los festeros y del que supone la propia organización de la fiesta a lo largo de todo el año, pero sobre todo durante los días grandes. Así lo asegura el vicepresidente económico de la Federación de Hogueras, Antonio García, quien asevera que las comisiones gastan en torno a 15 millones de euros, sobre todo en sus monumentos y también en el alquiler de locales, en flores, mesas, sillas y bandas de música. A ello hay que sumar la inversión que realiza la Federación, de en torno a medio millón, y la del Ayuntamiento, cuya inversión directa en la fiesta supera los 600.000 euros a la que habría que sumar la indirecta. Los festeros se dejan en torno a otros dos millones de euros en indumentaria, peluquería, maquillaje, flores y otros gastos, según explica García. A ello también habría que sumar el dinero que mueve la feria taurina que, según apunta García también podría superar los dos millones de euros.

En total, el responsable económico de la Federación sostiene que las Hogueras mueven "más de 40 millones de euros". Aunque buena parte de ellos son ingresos para la ciudad, como el montante que se dejan los turistas, también se incluye en ellos el coste de organizar la fiesta, como es el gasto en los monumentos. Pese a la inversión en un arte efímero, desde la Federación sostienen que la construcción de los monumentos genera empleo.