Un mes después de la aprobación del mayor plan de recorte de gasto de la historia de la Generalitat, Alberto Fabra compareció ayer en las Cortes para reclamar un esfuerzo que sirva acabar con los gastos superfluos, volver a proponer -ya lo anunció la consellera Isabel Bonig en su momento- un plan de arrendamiento para las familias en situación de exclusión social que hayan sufrido un desahucio y, finalmente, justificar el tijeretazo de 2.260 millones que incluye recortes en Sanidad y Educación aunque, dijo, "sin merma" de la calidad de los servicios públicos. "La Generalitat no puede permitirse el lujo de contratar más profesores", vino a decir el jefe del Consell durante su comparecencia entre las protestas desde los bancos de los grupos de la oposición que le acusaron de aprovechar la situación para finiquitar el estado del bienestar.

Alberto Fabra dejó claro que la Generalitat está obligada a cumplir con el plan de reequilibrio "porque no queda más remedio". "No tenemos margen", se resignó. El jefe del Consell defendió el programa de recortes -aprobado ya en su día por el Consejo de Política Fiscal y Financiera- y aseguró que supone una apuesta por suprimir partidas "superfluas e innecesarias". Todo ello dentro de un escenario de caida generalizada de los ingresos. En el primer trimestre de 2012, han caído un 21%. Y entre 2009 y 2011 el descenso alcanza los 2.600 millones de euros, alrededor de un 20% del presupuesto de la Generalitat para un año. Los socialistas, como denunció su portavoz Antonio Torres, dudan de la previsión de ingresos. Por ejemplo, el Consell cuenta para cuadrar las cuentas con el cobro en diciembre de 360 millones correspondiente al canon de dos años que tendrán que abonar las empresas que entren en el concurso para privatizar la sanidad.

"No podemos fallar. Debemos cumplir los compromisos para que España gane en credibilidad y Europa recupere la confianza", apuntó Fabra que, nuevamente, puso sobre la mesa la receta que pretende aplicar en la Comunidad para rebajar el desfase entre ingresos y gastos. "Vamos a cumplir con todos los objetivos de déficit y vamos a mejorar la eficiencia en los servicios públicos, pero sin renunciar a ninguna prestación", aseveró el jefe del Consell en la tribuna de las Cortes, intervención en la que recordó que, de cumplirse las previsiones, el ahorro en 2012 alcanzará los 2.260 millones de euros con "equilibrio" entre los recortes y las medidas que originen un incremento de fondos en las arcas autonómicas.

En el apartado de ingresos, Fabra precisó que se generarán nuevas partidas por importe de 1.116 millones. El 32% provendrá del ya citado canon de privatización de la Sanidad; el 25%, por los incrementos derivados de la liquidación del modelo de financiación autonómica de 2010; el 12%, por la venta de inmuebles de la Generalitat; y el 11% será fruto de las medidas de recorte aprobadas en enero. El resto de ingresos se derivarán de la aplicación del impuesto de transmisiones y de de la creación de nuevas tasas autonómicas ambientales y judiciales.

Respecto a los gastos, Fabra aseguró que este año se ahorrarán 1.143 millones. De ellos, 410 millones serán por las medidas puestas en marcha principios de año como "significativas mejoras" en el funcionamiento de la administración como la creación de una central de compras; la "contención" del gasto sanitario; o la reducción del capitulo de personal en un 5,3%, punto que le sirvió para agradecer el "esfuerzo" de los funcionarios. "Tenemos que unir fuerzas. Pido a la responsabilidad para aportar ideas, sin demagogia y sin poner en mal lugar a la Comunidad", concluyó. Los grupos de la oposición, por su parte, criticaron el "desmantelamiento" del estado de bienestar que suponen los recortes de la Generalitat.