Ser metódico, ordenado y meticuloso a la hora de llevar la contabilidad oficial y las anotaciones al margen es una virtud. Hasta el día que llega la Policía y se lleva las cajas de documentos, los pendrive y los ordenadores. Orange Market se convirtió, en ese sentido, en un libro abierto para la Brigada de Blanqueo de Capitales y la UDEF en general. En la llamada "Hoja de Costes" anotaban al céntimo todos los gastos por pagos a proveedores y subcontratistas y el beneficio que lograban de cada acto. Hasta el dinero negro era transparente.

Precisamente por eso, los canapés y los banquetes han delatado la facturación falsa de Orange Market al Grupo Sedesa, según la Policía. En el presupuesto para organizar la convención de directivos de Sedesa, El Bigotes describió, entre otros servicios que teóricamente iba a prestar, un "catering". "Si tal como consta en el presupuesto se hubiera prestado algún servicio de catering, el mismo habría sido subcontratado a un tercero y debería existir factura de dicho proveedor, algo que no ocurre en este caso". Porque Álvaro Pérez era un buen comercial, pero no cocinaba al por mayor.

La pista de la comida ha sido también clave para detectar otras dos facturas falsas, según el informe, correspondientes al acto de la VI entrega de Premios Fundación Sedesa. El acto se celebró el 30 de octubre de 2008 en un conocido hotel de Valencia e incluyó un banquete con 185 invitados, además del alquiler de un salón, el montaje de un escenario y la utilización de medios audiovisuales.

El hotel emitió una factura de 7.818 euros a la Fundación Sedesa con el concepto "Salones y Banquetes". El 30 de junio de 2009 fue pagada por la entidad presidida por Vicente Cotino.

De la revisión de correos electrónicos aportados por el hotel a la Policía se concluye que el trabajo relacionado con la contratación de salones, organización de la entrega de premios o montaje del escenario "fue coordinado y llevado a cabo" por personal del departamento de comunicación de Sedesa y del hotel.

Orange Market había elaborado un presupuesto, pero "ni se han hallado hojas de costes" relativas a la participación de El Bigotes en ese acto "ni se han encontrado facturas que reflejen la contratación de proveedor alguno para el mismo". Y pese a todo, la firma de la red Gürtel cobró dos facturas (la 142 y la 167 de 2008) a la Fundación Sedesa por 60.000 euros, que incluían el banquete. La empresa de la red de Correa cobró exactamente 7,6 veces más de lo que costó el acto. Y encima ni siquiera lo organizó. El negocio fue redondo.

Líder en obras del Consell

Las empresas constructoras que están bajo sospecha por presunta financiación ilegal del PP valenciano no son pymes. Entre 2005 y 2009, año en el que Baltasar Garzón ejecutó la operación Gürtel, el Grupo Sedesa, Facsa, Lubasa y Enrique Ortiz e Hijos facturaron, solas o en Unión Temporal de Empresas (UTE), casi mil millones de euros, según cifras calculadas por este diario. Sedesa se llevó la palma. La empresa que preside Vicente Cotino Escrivá ingresó, sola o asociada, nada menos que 640,32 millones de euros, según esos cálculos.