Lograr un autógrafo de Julio Iglesias en España ha sido hasta ahora más fácil que entregarle en mano una citación para que acuda al Juzgado de Instrucción número 19 de Valencia y declare, como testigo, por los pagos del IVEX en virtud del contrato "B" que firmó con el artista. La Audiencia de Valencia levantó en julio de 2010 el archivo de la causa, decretado por el juez Luis Carlos Presencia, y ordenó que se citara a declarar al cantante. Casi dos años después, el artista que fue contratado para promocionar Valencia en el mundo a través de seis recitales sigue sin pisar el juzgado.

La citación no le ha llegado. El juzgado quiso que declarara por exhorto en Miami y para ello ordenó a la policía averiguar el domicilio. Julio Iglesias tenía su casa en esa ciudad en 1997, 1998 y 1999, cuando se ejecutaron los pagos. Al enterarse de que se estaban haciendo las pesquisas para localizar al cantante, su representante artístico, Luis Fernando Esteban, también citado a declarar como testigo, se aprestó a colaborar con la justicia. Remitió una carta al juez en la que aportó su propio domicilio y el de la oficina de Miami que representa a Julio Iglesias para que lo citaran. También facilitó la dirección de la casa que el cantante tiene en Punta Cana (República Dominicana).

Un portavoz del juzgado indicó que hace unos meses el juez envió una comisión rogatoria para tomar declaración al cantante en Punta Cana y todavía no ha dado resultado. El próximo 8 de julio actúa en el Palau de les Arts, justo enfrente del juzgado que lo busca. De momento el juez no ha resuelto sobre la petición de la acusación popular, ejercida por el PSPV, de que aproveche ese concierto para citarlo a declarar. Las mismas fuentes oficiales indicaron que Presencia Rubio tenía que hablar con las partes antes de tomar una decisión al respecto.

En el juzgado 19 consta una tercera dirección del cantante: la de su casa en Ojén, en Málaga. Fue la acusación popular quien comunicó a Presencia Rubio que el cantante tiene domicilio en España y que, por tanto, ha de ir a declarar en persona a juzgado. Porque ni es conseller ni ministro. La policía localizó el teléfono y llamó para interesarse sobre si el artista acude o no con frecuencia. "Suele venir con bastante asiduidad", explicó el jefe de seguridad de esa mansión.

Con todo, para llamar a alguien a que declare no es necesario entregarle la citación en su domicilio. Basta con dársela en mano si se tiene constancia de que estará en un lugar a una hora. Desde que la Audiencia de Valencia ordenó que declarara, Julio Iglesias ha tenido al menos siete presencias públicas y publicadas. La primera fue su boda en la capilla privada de su casa de Ojén, donde selló 20 años de amor con Miranda Rijsburguer.

El verano pasado protagonizó una gira de seis conciertos en España, uno de ellos, en Gandia el 14 de agosto. Entonces, el PSPV entregó al juez la documentación con los horarios de las actuaciones y en especial la de la Safor. No lo citó. Porque, argumentó Luis Carlos Presencia, "la realización de dichos eventos no significa que el testigo esté en dicho lugar con anterioridad o posterioridad al acto, desconociendo su alojamiento o su horario...". Nunca fue tan complicado entregar un papel.