El consejo de administración del Puerto aprobó ayer a petición del Ayuntamiento de Alicante la instalación, previsiblemente en la zona de la bocana, de la escultura basada en un boceto del alicantino Eusebio Sempere, con la que se rendirá homenaje a todos aquellos republicanos (civiles y militares) que quedaron atrapados en los muelles el 31 de marzo de 1939, tras el final de la guerra civil y la victoria franquista. Ocho años después de que los miembros de la Comisión Cívica de Alicante (marzo de 2004) registraran en el Ayuntamiento la petición, el Consistorio reaccionó ayer y los ediles miembros del consejo portuario -Juan Seva y Carlos Castillo- presentaban la moción que recibió el visto bueno de los consejeros. Falta ahora, según apuntaron desde la Autoridad Portuaria de Alicante, que se presente el proyecto, características, dimensiones para decidir cuál es la mejor ubicación.

El monumento será sufragado por la Comisión Cívica, que ayer mostró su satisfacción, según apuntó Luis Pesquera, una de las personas que más ha trabajado por esta causa. "Hoy es un día feliz. Se ha trabajado mucho, conseguimos la placa en el Mercado -falta por completar la leyenda- y ahora nos dejarán rendir un homenaje a todas aquellas víctimas de la guerra en el Puerto, un icono de su final. Ahora sólo falta la placa en el campo de los Almendros, donde fueron llevados muchos de los del bando derrotado".

Planta de residuos

Por otro lado, el consejo rechazó los recursos presentados por Esquerra Unida y las asociaciones vecinales contrarias a la instalación de una planta para el tratamiento de residuos portuarios en la zona de poniente, frente al barrio de San Gabriel. La instalación de esta infraestructura que ha provocado una fuerte contestación ciudadana está a expensas de que el Consell autorice su puesta en marcha, algo que quedó condicionado en la aprobación del consejo. Ayer, vecinos y EU recibieron el varapalo de los consejeros.

Pérdidas y subida de tasas

En la misma reunión, el presidente de la Autoridad Portuaria, José Joaquín Ripoll, volvió a dar cuenta de los números rojos del Puerto (1,6 millones de euros en 2011), que confía en empezar a mitigar con el "moderado pero sólido aumento del tráfico este año". Uno de los objetivos inmediatos es poner en valor los activos portuarios, entre ellos el muelle 11, hoy sin actividad tras el traslado de todo el movimiento de contenedores a poniente. Ripoll admitió que a partir de este mes suben la tasas -los puertos con pérdidas están obligados a ello- y, en este sentido, se comprometió a tratar de convencer a Madrid para que puedan volver a bajar en 2013.