La Conselleria de Infraestructuras abrió ayer formalmente el proceso administrativo para tratar de poner en marcha el próximo mes de septiembre la línea 2 del tranvía, que conectará Alicante con San Vicente con parada en la Universidad y apeaderos en los barrios del norte de la capital de la provincia. El Consell ha decidido, finalmente, que sea una empresa mixta (FGV-adjudicataria) la que gestione la línea por un periodo inicial de 15 años.

El documento está en información pública durante un mes, y a partir de ahí se licitará el concurso público bajo la fórmula del "diálogo competitivo", que recoge la ley de contratos públicos y que consiste, básicamente, en que tres empresas presentan sus ofertas. Se iniciará así una ronda de conversaciones en la que la Administración podrá incorporar nuevas condiciones hasta decidir con qué gestor se queda. La fórmula se utiliza para contratos complicados y, sobre todo, para el desarrollo de infraestructuras ferroviarias.

La gran novedad respecto al concurso que se anuló el pasado 10 de enero es que la Generalitat constituirá una empresa mixta con la adjudicataria para la gestión de la línea durante 15 años prorrogables durante cinco más.

El Grupo Vectalia, el único que se que presentó al concurso anterior en ute con la fabricante Voosloh obteniendo, además, notable en la calificación de los técnicos, confirmó ayer que sigue interesada en explotar la línea y su oferta estará sobre la mesa de la conselleria Isabel Bonig. El retraso en la puesta en marcha del corredor tranviario Alicante-UA-San Vicente, que costó cien millones de euros, ha sido, hasta ahora, el mayor fiasco en materia de infraestructuras del Consell de Fabra.

El ajuste presupuestario impuesto por el presidente para reducir el déficit público (la deuda de FGV alcanza los mil millones de euros) convirtió en imposible que Infraestructuras pudiera cumplir las obligaciones económicas establecidas con el posible gestor de la línea en base al contrato anterior, al no poder pagar la tarifa técnica fijada, entre 15 y 20 millones de euros, a pagar todos los años al concesionario. Solución: la consellera Isabel Bonig declaraba en enero "desierto" el concurso para adjudicar la línea, y anunciaba el inicio de un nuevo periodo de ocho meses para elegir, entre tres aspirantes, al futuro operador de una infraestructura que ya no será privada al cien por cien.

Nada más conocerse la salida a información pública -el documento puede consultarse en los ayuntamientos de Alicante y Elche-, Esquerra Unida anunció que presentará alegaciones para exigir que la gestión sea pública. Algo improbable, ya que el Consell considera que la fórmula mixta es la única posible para abrir la línea. El PSOE de San Vicente reclamó que la tramitación se resuelva antes del próximo curso y también expresó su oposición a la privatización.

El pasado 28 de febrero se cumplió un año desde que a la mesa del entonces conseller de Infraestructuras, Mario Flores, llegó la oferta del grupo alicantino Vectalia -matriz de SuBús, concesionaria del transporte público en Alicante y su área metropolitana- para explotar la línea-2 del tranvía. Fue la única propuesta, calificada por los técnicos con notable y que consistía en que el operador pagaba 15 millones iniciales, mas otros 24 millones anuales por la gestión. A cambio, cobraba una tasa del Consell entre 15 y 20 millones al año. La adjudicación, que se dio por segura, comenzó a demorarse, hubo cambio de Ejecutivo autonómico, se acabó el año y la consellera Bonig terminó moviendo ficha alegando que las condiciones habían cambiado como consecuencia de la crisis económica, por lo que era necesario buscar otra fórmula.

La conexión tranviaria Luceros-San Vicente está llamada a ser la joya de la corona de la red del tranvía. No sólo porque en el Campus de San Vicente estudian 25.000 alumnos, sino porque los tranvías darán servicio al centro de la ciudad, barrios, Hospital General y San Vicente. El Consell prevé que la línea tenga un tráfico anual inicial de 6,3 millones usuarios que alcanzará los 11,5 millones en siete años.