Más juntos que nunca, que hay que ahorrar. Este es el mensaje, adornado lo mejor posible, que ha lanzado la consellera de Turismo, Lola Johnson, a los responsables de los patronatos de turismo y los ayuntamientos durante la primera reunión del año para preparar la próxima edición de Fitur, en enero de 2013. Una feria que, según los planes del Consell, marcará un antes y un después en la forma de acudir a las ferias. Un sólo estand institucional presidido por la marca Comunidad Valenciana en el que se encajará la oferta de las tres provincia pero primando los productos turísticos.

No desaparecen las marcas actuales y Costa Blanca (Diputación) y Benidorm contarán con espacio diferenciado, pero el objetivo es que en la próxima Fitur el mensaje sea claro: la venta de los productos e, incluso, de noches de hotel en la propia muestra. Algo que ya hacían los empresarios de forma individual y que ahora el Consell quiere que se generalice. Un pabellón valenciano que los técnicos de la conselleria quieren que se asemeje mucho al modelo de Andalucía.

La pasada edición de Fitur fue ya la del comienzo de los recortes al ordenar el presidente Alberto Fabra que se redujera el presupuesto un 35%. La decisión tuvo un efecto piramidal y al final sólo acudieron a Fitur siete municipios alicantinos y hubo incluso dos, Alicante y Elche, que en plena feria se plantearon renunciar definitivamente a la cita de Madrid de 2013. Finalmente ha habido marcha atrás aunque hoy, a ocho meses vista nadie sabe qué hará, por ejemplo, el Ayuntamiento de Alicante, inmerso en una política de ajuste presupuestario que le ha llevado, incluso, a limitar el uso del aire acondicionado.

Lo que está claro es que el mensaje de Lola Johnson ha sido nítido. La Comunidad acudirá con un estand unificado y con una imagen unificado y el negocio primará por encima de la promoción tradicional del destino. Una gran plaza central en la que el visitante podrá realizar un recorrido por toda la oferta de la Comunidad pero a través de sus productos.

Tras el encuentro con las instituciones públicas, el siguiente paso será contactar con los empresarios turísticos para tratar de inculcarles la nueva filosofía. Fitur debe ser una feria de negocio y la imagen debe pasar a un segundo plano. Fuentes de la patronal hotelera de la Costa Blanca mostraron sus dudas sobre la nueva orientación que, por otro lado, sigue las pautas que defienden algunos gurús del sector. "Tradicionalmente el turista elige el destino para pasar las vacaciones y después, cuando llega consume los productos. Así ha sido hasta ahora", subrayó el portavoz autorizado de la patronal.

En Fitur 2013 los recursos se compartirán al máximo. Una sola sala de Prensa, un cafetería y una zona de reuniones para los profesionales. La crisis manda y hay que ahorrar tras los desmanes de antaño. Muchos dirimiéndose hoy en día en los juzgados.