La crisis que se vive en España no afecta exclusivamente a los españoles. Los extranjeros también la sufren de lleno y más de uno se ha quedado con una mano atrás y otra delante, como un joven chino que acudió ayer a la puerta de la Comisaría Provincial y realizó una breve sentada reclamando ayuda para ser repatriado a su país. El joven aseguró a los agentes que no tenía dinero ni medios para subsistir en Alicante.

El joven llegó a golpear a uno de los agentes que intentó levantarlo para quitarlo de la puerta y tras unos minutos sentado puso sus manos pidiendo a los policías que fuera detenido para poder volver a su país. De nada sirvió que le dijeran los agentes que no provocara su detención porque iba a tardar más tiempo en regresar a China.

Al final fue detenido por un presunto delito de atentado y encerrado en los calabozos. La Policía Nacional tramitaba a última hora de la mañana de ayer la posibilidad de poder ingresar al joven en un centro de internamiento de extranjeros antes de que sea expulsado. Al parecer ya tenía abierto expediente de expulsión pero la orden de ejecutarla aún no ha sido tramitada. El joven dijo que tenía conocidos en Madrid pero no disponía de dinero para ir a la capital española.