"Sabemos que la Generalitat no es responsable de la fuerte caída de ingresos que hace inevitable recortar los gastos y afecta a la prestación de los servicios públicos básicos". El rector, Ignacio Jiménez Raneda, se despedía ayer del cargo con estas palabras, justificando los recortes del Consell y lanzando un cable a la consellera de Educación, María José Catalá, sentada a su derecha en el estrado del Paraninfo.

"Termino mi mandato en tiempos muy difíciles -añadió- pero las afirmaciones que atribuyen la responsabilidad de la mala situación económica al despilfarro de las comunidad autónomas y de las universidades deben ser rechazadas con rotundidad". Raneda hizo valer su condición de catedrático de Economía para, tras reconocer que las "administraciones públicas han realizado excesos importantes en sus programas de gasto", desvincular este hecho de la situación actual: "En ningún caso son el origen de la crisis", afirmó. Más bien lo atribuyó a los "volúmenes de deuda privada acumulada" y a las "severas políticas de austeridad impuestas por la Unión Europea, y equivocadas", subrayó.

La primera visita de Catalá a la Universidad, junto al director general José Miguel Savall, resultó un camino de rosas, a excepción de la veintena de universitarios que recibieron a la comitiva en su acceso al Paraninfo con una pancarta en defensa de la enseñanza pública y gritos de protesta en contra de los recortes y de la corrupción política. Raneda, por contra, alabó la actitud dialogante de la consellera y confió firmemente en la declaración que minutos antes sostuvo Catalá ante el público asistente a la clausura del curso académico: "Soy una firme defensora del sistema de universidades público y de la Universidad de Alicante", y achacó los recortes a "necesidades ajenas a nuestra voluntad. La gestión en estos momentos es difícil", se disculpó.

Aplausos

Hacer coincidir el último acto académico de Raneda como rector, con la clausura oficial del curso; la investidura como doctor honoris causa del arqueólogo e historiador italiano Filippo Coarelli , de la mano de su padrino el profesor José Uroz; la investidura de 164 nuevos doctores por la Universidad; los premios del Consejo Social a la excelencia docente; la medalla de oro póstuma a Balbino Mancheño, ex decano de Ciencias y director del parque científico; y la primera visita oficial de la consellera Catalá, restó acidez al discurso de Jiménez Raneda, quien centró sus reproches únicamente sobre la persona del ministro Wert, por contribuir al "desprestigio de las universidades, de lo que la Generalitat es totalmente ajena" -volvió a justificar-. No obstante subrayó el rector, en su última comparecencia pública desde el cargo, que "no se debe sacrificar la inversión en I+D+i en momentos de crisis" y que ya no es momento de reclamar infraestructuras sino de "inversión en capital humano, que se ha hecho muy mal las últimas tres décadas" al tratarse de algo que "no se presta a cortar cintas".

Sus últimas palabras, de ánimo al "nuevo rector en los próximos días, Manuel Palomar", y de agradecimiento al conjunto de la comunidad universitaria y, más en concreto a su equipo de gobierno, provocaron un prolongado y caluroso aplauso de los asistentes, que también se emocionaron aplaudiendo en pie a la viuda Dolores García, cuando recogió la medalla de oro póstuma para Balbino Macheño: "Me encontraréis en el campus, siempre a vuestra disposición", suscribió Raneda para terminar. Palomar siguió el acto entre el público y solo subió al estrado para investir, como padrino, a uno de los nuevos doctores de la Universidad.

Reducen a tres las jornadas de huelga en la educación

Los sindicatos han reducido de momento de seis a tres las jornadas de huelga previstas en colegios e institutos, mañana día 16, el jueves 17 y el próximo 22 coincidiendo con la huelga estatal. "Los profesores decidirán si continuamos más días", señalaron ayer los delegados sindicales haciendo valer su unidad "decidida" como en el año 88, en que veinte días de huelga obligaron a dimitir al ministro Maragall. "Pido a los sindicatos que reflexionen porque las jornadas de huelga pueden perjudicar a los alumnos", recriminó ayer desde el campus de San Vicente la consellera Catalá. Sugirió que concentren sus protestas cuando no haya clase, aun señalando su respeto al derecho a la huelga, al igual que la Confederación de padres Covapa, que integra a la federación provincial Gabriel Miró, que anima a los padres a llevar a los niños a clase para exigir que se les atienda y no perder clases. Para los docentes se hacen necesarias estas medidas extremas para defender los servicios públicos y la enseñanza de calidad, tal y como señalaron en una rueda de prensa conjunta. Por su parte, el sindicato de estudiantes ha convocado para el mismo miércoles día 16 diversas manifestaciones en localidades de la provincia. También los padres de alumnos liderados por la confederación Gonzalo Anaya, que integra la Fapa Enric Valor, respaldan los paros. V. B.