Es la segunda vez que lo intenta porque el año pasado no logró la plaza que quería para su hija, ahora de cuatro años. José Mingot ha vuelto a uno de los colegios concertados más demandados en Alicante, Inmaculada-Jesuitas, con la convicción de que esta vez está más cerca que nunca de conseguirlo: "Mi mujer está en estado de gestación, con lo que ya podemos contar como familia numerosa" -cinco puntos más-, apunta animado.

Si no tiene más remedio separará a los niños en dos centros, pero "quiere" este colegio "por la calidad de su enseñanza y también por su ideario de la religión católica". Como un goteo, tras José, van llegando principalmente mamás a lo largo de la mañana a la secretaría, para presentar su solicitud de matrícula el primer día en que se abre el plazo, hasta el próximo miércoles de la semana que viene, día 16.

En la enseñanza concertada no hay un horario cerrado para pedir plaza, como sucede en los centros públicos que restringen la posibilidad de presentar las solicitudes a determinadas horas "porque no tenemos administrativos", se lamentan los directores consultados. Advierten, no obstante, que tratan de ajustar el horario a los padres: "Cuando se acercan a traer a los niños, de 9 a 10 de la mañana, o a la primera hora del comedor, o incluso por la tarde cuando salen de clase y les recogen los papás" explican.

De las 3.127 vacantes que ofertan los colegios de Infantil y Primaria de la ciudad para el próximo curso, 2012-2013, 2.024 son de enseñanza pública y 1.103 de enseñanza concertada.

Recomendaciones

En general los padres que ayer se acercaban a pedir plaza aplaudían la decisión de la Conselleria de Educación de aumentar los niños por aula de 25 a 30 si hay suficiente demanda. "Cinco niños más está bien, tampoco más. Te hablo desde el punto de vista de los padres, que queremos que entren nuestros hijos", se sincera Karina Adami ante el colegio público Costa Blanca, otro de los más solicitados en la ciudad. "Me lo han recomendado en el centro donde va la mayor", aclara junto a su marido.

Tras ellos, sale de la secretaría Jorge Rojo, hacia la bicicleta que ha dejado aparcada a la puerta del colegio. Parte con cierta ventaja inicial porque ya tiene escolarizada a su hija, de siete años, y va a intentarlo con el pequeño, de tres. "Es complicado, sí, pero espero que tengan en cuenta que no puedo separar a los hermanos cada uno en un centro". No quiere pensar en el desastre que le acarrearía semejante situación y suma puntos: 5 por un hermano en el centro, 5 por la cercanía al domicilio y 0,5 por la renta. Pero no las tienen todas consigo, se le ve nervioso hasta que le confirmen la plaza. Eso será el 4 de junio provisionalmente y el 13 de junio, tras el periodo de reclamaciones, de forma definitiva. Y la matrícula formal, del 18 al 27 de junio.

Sue Sardi acaba de salir de otro de los colegios de Alicante y lanza al aire otro asunto espinoso. Esta madre reclama para su hijo una enseñanza "estable". Dice que le sucede como a otra veintena de familias en la playa de San Juan, donde, por el déficit endémico de plazas, se ha llegado a separar a niños de un mismo curso para distribuirlos entre diversos colegios de al zona. "El curso pasado nos asignaron un colegio fantasma, el 55, sin parcela siquiera para su construcción, y estuvimos de prestado en otro. Ahora, lo mismo, porque nos asignan el Mediterráneo, en obras todavía", se lamenta. El concejal Ardid asegura que en Navidad los alumnos se trasladarán al nuevo centro.

Belén Moreno y Raquel Latorre coinciden en su embarazo y en que con este motivo suman 3 puntos por familia numerosa. Están esperanzadas. Quieren un centro concertado "por sus valores y por la calidad". También coinciden en añadir otro punto porque sus maridos fueron antiguos alumnos, lo que les aporta tranquilidad esta vez.