El cobro para circular por las autovías que el Gobierno ultima establecer en España para que los usuarios paguen los 1.400 millones de euros que cuesta mantener al año la red estatal de carreteras -Fomento tiene presupuestados para este año unos 900- afectaría en la provincia a los 250 kilómetros de las cinco autovías estatales. En concreto, los tramos alicantinos de la A-31 entre Alicante y Villena y que después continúa hacia Madrid; la A-7 entre Alicante y Murcia; la A-70 (circunvalación de Alicante); la recien terminada autovía Central que conecta Alicante con Valencia por Alcoy y la A-35 que arranca en Fuente la Higuera.

Dos autovías, estas dos últimas, que se proyectaron como alternativa gratuita a la AP-7 por la costa y que, paradójicamente, pueden terminar acabando de pago sin que todavía se haya recuperado el peaje de la autopista costera. El Gobierno trabaja a fondo en el asunto, podría ir incluso al consejo de ministros de mañana viernes (el de las sorpresas como avanzó el pasado fin de semana el presidente Rajoy) pero, de momento, la ministra Ana Pastor ha impuesto la ley del silencio.

Ayer, sin embargo, el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, señaló en Murcia que el Ejecutivo se inclina por el sistema de Francia y Alemania. Que paguen los conductores que circulan por las autovías de manera individual. Quedarían exentos los que viajan en autobús. Lo que no avanzó el alto cargo es si la tasa se incorporará al billete.

La decisión de establecer canones económicos para poder circular por las autovías llegaría a la provincia, además, en un momento en el que se ha confirmado que las últimas autopistas de peaje puestas en marcha (segunda circunvalación y Alicante-Cartagena) no han tenido el éxito económico que se esperaba. La primera tuvo que ser rescatada económicamente por Fomento y, por otra parte, el Consell no ha encontrado financiación privada para el proyecto de autopista Alicante-Villena, alternativo a la abandonada A-31.

Precisamente, esta autovía, una de las que mayor tráfico soporta en España, lleva años esperando su remodelación. Una autovía que salió del desdoblamiento de la antigua nacional y que es la puerta de entrada de miles de madrileños y turistas del centro de España que eligen la Costa Blanca para sus vacaciones. Si prosperan los planes del Gobierno, a las curvas mal peraltadas se unirá el tener que pagar por circular. Lo que tampoco ha aclarado el Ejecutivo central es si la medida sera para todos los trayectos o solo para lo largos. El que sí se pronunció ayer fue el Consell. Si Rajoy cobra, Fabra también. Caso de la autovía Sax-Castalla, de titularidad autonómica.

Pastor, hermética

Por su parte, la ministra de Fomento, Ana Pastor, se mostró hermética. Durante un acto público en Asturias se limitó a apuntar que quiere un transporte en España que sea eficiente y de calidad pero "con la menor carga al erario" posible, al ser preguntada por las previsiones del Gobierno sobre los posibles peajes en autovías para contribuir a su mantenimiento "Es todo lo que puedo decir a día de hoy", zanjó la ministra.

Un poco más explicito se mostró el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, quien se mostró partidario en Murcia de que las autovías las paguen quienes las utilizan con su vehículo, al igual que en Francia o Alemania.

Mañana viernes nueva reunión del consejo de ministros en el que el tema estará sobre la mesa. Quizá no todavía blanco sobre negro. Dependerá de la fórmula para aplicar el cobro, algo que tiene también sus dificultades tras el fracaso de Portugal.

Rechazo frontal de los consumidores

La organización de consumidores Facua no consideró ayer "ni necesario ni razonable" la implantación de un posible peaje en las autovías españolas, rechazó que haya un motivo "recaudatorio" y reclamó que tenga una justificación "real" . Exigió, además, que existan vías alternativas para estas carreteras sujetas a ese peaje. Fuentes de Facua indicaron que la iniciativa de subir los peajes de las autovías "no es necesaria ni razonable" y criticaron que "no haya transparencia ni datos que justifiquen por qué hace falta aplicar ese incremento". Para la organización de consumidores "independientemente de que sean competencia del Gobierno o las comunidades autónomas donde se plantee el peaje, primero debe responder a una necesidad real", por lo que rechazó que exista un "afán recaudatorio".

Un pago ligado al transporte pesado

La última idea del Gobierno para reducir déficit a costa del bolsillo de los ciudadanos no es nueva en el resto de Europa, donde es habitual pagar por el uso de las infraestructuras viaria, pero siempre en el caso de los camiones. En Francia, los conductores de estos vehículos pagarán a partir de 2013 por circular por 12.000 kilómetros de autovías. En Alemania, la circulación por las autopistas está libre de peaje para los turismos. En Bélgica, Francia, y Holanda no se paga... y en Rusia tampoco. En Turquía sí.