Juan Antonio García Solera fue el arquitecto encargado de la transformación del viejo hotel Palas en la sede de la Cámara de Comercio. Asegura que el edificio está en perfecto estado y que sólo hay problemas con la vieja cornisa de yeso.

¿Por qué se ha caído parte de la cornisa?

Esa cornisa está hecha con materiales muy malos, es yeso colocado hace 200 años que se puede resquebrajar con cualquier cosa, el tiempo, la lluvia, eso es lo que ha ocurrido y nada más. No hay otra cosa.

Usted se ha reunido con los directivos de la Cámara. ¿Cual ha sido su propuesta?

Lo primero es la protección con una red que se va a colocar hoy mismo (por ayer), y luego, lo mejor sería eliminar la cornisa que no tiene mucho valor arquitectónico y que es lo que está dando problemas. Cuando ocurrió el desprendimiento de hace dos años, ya se pidió la descatalogación para poder tirar la cornisa pero dijeron que no porque era un edificio protegido. Ahora veremos qué pasa porque el material es viejo y da problemas.

¿El resto del edificio está bien?

Está perfecto, no hay ningún problema, ni una grieta. El problema está limitado a la cornisa.