"La Generalitat abandona a los discapacitados. No tienen vergüenza", "Queremos calidad, no caridad" o "Servicio en peligro de extinción". Éstos son algunos de los mensajes que se podían leer en las pancartas que portaron los trabajadores de centros sociales de la provincia durante la protesta contra los impagos del Consell que se celebró ayer ante la sede de Bienestar Social en Alicante.

Los asistentes denunciaron que la Generalitat adeuda un millón y medio de euros desde agosto a la asociación O'Belén de Alicante, dedicada a la asistencia de menores. "Esto les afecta porque si no pagan a los centros la calidad del servicio no es la misma", denunció Francisco Fidel Martínez.

También participaron trabajadores de Asprodis de Elda y comarca, asociación que atiende a disminuidos psíquicos pendiente de cobrar la misma cantidad, de ella 800.000 euros del concierto y 600.000 en subvenciones, dijo su delegado sindical, Juanjo Pérez.

Los convocantes denunciaron que el Consell adeuda 21 millones a asociaciones de la Comunidad que atienden a 3.000 usuarios y cuentan con 2.000 trabajadores.