Todos los partidos de la oposición representados en el Parlamento valenciano y los sindicatos UGT y CCOO han coincidido en rechazar el modelo sanitario aprobado hoy por el Consell para "intensificar" la colaboración público-privada porque consideran que amenaza la sanidad pública actual.

Este "cambio de modelo", que entrará en vigor en enero de 2013, permitirá ahorrar 443 millones de euros al año y ha sido defendido por la Generalitat como una forma de reducir el déficit y garantizar a los valencianos una sanidad pública, universal, gratuita y sostenible en el futuro.

El secretario general del PSPV-PSOE, Joaquim Puig, considera que estas medidas convierten a los valencianos en "las cobayas" del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, "para experimentar la destrucción del sistema público de salud".

Para el también diputado nacional del PSOE, esta decisión del Ejecutivo autonómico está "dirigida" desde el PP nacional y supondrá destruir el sistema público de salud vigente en España desde los años 80, "el que universalizó la salud publica".

"El Gobierno valenciano ha decidido privatizar la sanidad pero, sobre todo, ha decretado las desigualdad de las personas ante la enfermedad", ha puntualizado.

Se trata de "una voladura controlada del servicio valenciano de salud" que no se sostiene sobre ningún argumento de tipo económico porque, según Puig, durante los 17 años de gobierno del PP en la Comunitat Valenciana "se han despilfarrado miles y miles de recursos".

En esa misma línea, la coalición Compromís ha acusado al ejecutivo autonómico dirigido por el PP de pretender "hacer negocio con la salud" porque "ya no pueden saquear de otros sitios" porque "han dejado las arcas públicas vacías".

La diputada de Compromís en Les Corts Mònica Oltra ha vinculado esta decisión a "los indicios de intervención inminente por parte del Gobierno central sobre una economía valenciana que el PP ha dejado para el arrastre", y ha anunciado que el grupo emprenderá las acciones necesarias para parar esta privatización.

La coordinadora y portavoz de Esquerra Unida (EU) en la Cámara autonómica, Marga Sanz, ha llegado a acusar al Gobierno valenciano de "asesinar a la sanidad pública valenciana" y ha exigido al PP que "frene de inmediato la privatización de la gestión sanitaria".

"El PP ha puesto a la venta la sanidad pública, va a dársela a las empresas privadas que ya están frotándose las manos. Y las consecuencias serán terribles", ha augurado.

Los sindicatos UGT y CCOO, por su parte, han anunciado movilizaciones en contra de este nuevo modelo sanitario, que en su opinión pone en peligro la sanidad pública y los derechos laborales del personal sanitario.

Las organizaciones sindicales se han comprometido a defender un sistema de salud "universal, público y gratuito".

UGT ha censurado que "después de tantos despilfarros y de 17 años gobernando de manera nefasta", el PP valenciano piense que "al privatizar los servicios sanitarios" va a resolver un déficit creado por los propios populares.

"La incapacidad de los gestores de la Generalitat les lleva a gobernar a base de decretos, sin consultar a los representantes de los trabajadores y a los ciudadanos, lo cual nos retrotrae casi al tardofranquismo", añade el sindicato.

También CCOO ha denunciado la "total opacidad" del Gobierno valenciano en la toma de decisiones y ha advertido de que "si la reforma pone en peligro la sanidad pública y los derechos laborales, habrá una respuesta contundente".

Por contra, el presidente de la patronal autonómica Cierval, José Vicente González, ha valorado estas medidas en tanto que "se ha demostrado hasta la saciedad que cuando hay una gestión privada las cosas funcionan mejor".

Opina, no obstante, que estas medidas deben ir acompañadas de "un adelgazamiento" de los hospitales porque si se mantienen los medios actuales "los resultados van a ser parecidos", ha advertido.