Más de 260.000 alicantinos han participado en la peregrinación al monasterio de la Santa Faz de Alicante, donde desde hace más de cinco siglos se venera uno de los pliegues del sudario de Cristo, en una caminata sin incidencias destacadas que ha estado marcada por el fuerte viento.

Como todos los años, esta tradicional romería que se repite el segundo jueves después de la Pascua desde hace 523 años ha combinado el fervor religioso y el ambiente festivo, y este año ha tenido como aliciente la concesión por parte del Papa Benedicto XVI de la indulgencia plenaria para todos los fieles.

El president de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, ha recorrido por primera vez los casi ocho kilómetros que separan la concatedral de San Nicolás de Bari, en el centro de Alicante, del monasterio gobernado por las monjas clarisas.

Ataviado con el clásico blusón negro de labrador, el pañuelo blanquiazul y el bastón con la imagen de la sagrada reliquia, Fabra ha caminado a paso rápido codo con codo con la alcaldesa anfitriona, la también popular Sonia Castedo.

Ambos y el obispo de la Diócesis de Orihuela-Alicante, Rafael Palmero, han estado al frente de una comitiva en la que han estado cinco conseller (José Císcar, Luis Rosado, Dolores Johnson, Jorge Cabré y Máximo Buch), el presidente de Les Corts, Juan Cotino, y la delegada del Gobierno en la Comunitat, Paula Sánchez de León, entre otros.

Marcados por el veloz ritmo que marcaban los portaestandartes religiosos de la Santa Faz, las autoridades civiles y religiosas han tardado menos de cien minutos en recorrer la caminata pese a la gran cantidad de gente que se topaban en el itinerario.

Ni siquiera han parado a tomar los clásicos rollitos de anís y mistela a la mitad de un recorrido que ha recordado el camino que Jesucristo hasta la crucifixión a lo largo de catorce estaciones de penitencia.

El president ha destacado de La Peregrina (como se conoce a esta romería) que es reflejo de "la fe y devoción de las creencias de cada uno con su territorio", y ha revelado que le ha rogado protección y ayuda para "salir adelante como pueblo con compromiso y fuerza".

Otro que "debutaba" en Santa Faz ha sido el líder del PSPV-PSOE, Joaquim Puig, quien ha caminado junto a sus números dos y tres, Leire Pajín y Francesc Romeu, respectivamente, en una marcha "cívica" que ha partido del ayuntamiento poco antes que la religiosa.

El líder socialista ha destacado que es una jornada de "convivencia" que debe ayudar a "mirar al futuro con esperanza".

Una vez que se ha alcanzado el caserón del monasterio a las 9.45 horas con pocas incidencias, entre ellas que el exalcalde y actual diputado autonómico popular Luis Díaz Alperi se cayó en la calle Villavieja y se retiró con sangre en el codo, las autoridades se dirigieron al camarín donde se preserva la sagrada reliquia.

Custodiada bajo cuatro llaves, dos en poder del monasterio y otras dos del ayuntamiento, los encargados de sacar el original de la Santa Faz han sido el capellán, José Luis Casanova, y la portavoz municipal del PP, Marta García-Romeu, quien posteriormente ha admitido que en ese momento se ha visto "desbordada" en emociones.

Las cuatro llaves han logrado abrir el engranaje del vetusto tabernáculo, no sin cierto suspense por los problemas en las pruebas de ayer, y tal y como estaba previsto el obispo ha sacado la Santa Faz bajo palio a la plaza adyacente para una solemne misa.

En su homilía, éste ha destacado la medida de gracia del Papa con la indulgencia a todos los participantes en la peregrinación, en una celebración en la que las intermitentes y fuertes rachas de viento han estado a punto de crear algún problema con la decoración floral e, incluso, con el soporte de la sagrada reliquia.

Tras visitar a las monjas clarisas, la alcaldesa Castedo se ha felicitado por la normalidad de la jornada y ha confesado que, a diferencia de la gran mayoría de los romeros, no le ha rogado nada a la Santa Faz.

"No le he pedido nada porque llega un momento en el que, evidentemente, te conformas con lo que tienes y... madrecita, madrecita, que me quede como estoy", ha apuntado a los periodistas.

Aunque no ha habido ningún atendido por causas graves, en las primeras horas se han registrado 68 atenciones a personas, entre ellas la del citado exalcalde Alperi, así como a una embarazada de cuatro meses por una lipotimia y a un motorista de la Policía Nacional que se chocó con un cartel caído por el viento, lo que le fracturó un pie.

El resto de actuaciones se han debido, principalmente, a lipotimias, rozaduras y a la aparición de llagas en los pies, así como a golpes, torceduras y caídas, y sólo ha habido seis traslados a centros sanitarios.