El exdirector general de la Ciudad de las Artes y de las Ciencias (Cacsa) Jorge Vela se defendió ayer en su declaración ante el juez que investiga la presunta desviación de fondos en los pagos al Instituto Nóos siguiendo el clásico manual: elevó el tiro hacia arriba, hacia atrás y repelió las acusaciones que le llegaron desde abajo. Vela atribuyó toda la responsabilidad en la firma del contrato con la entidad que presidió el yerno del Rey para organizar el Valencia Summit al que fue conseller y vicepresidente económico, Gerardo Camps, quien presidía la mercantil Cacsa, así como al secretario autonómico, Luis Lobón.

Al mismo tiempo, recordó que cuando él llegó al cargo ya estaba firmado el convenio con Nóos. Fue su antecesor en la dirección de Cacsa, José Manuel Aguilar, quien lo rubricó en 2004, según la declaración judicial deVela. También negó la acusación de su subordinada Elisa Maldonado de haberle ordenado falsificar un informe técnico para justificar los gastos del Summit de 2004. Jorge Vela, quien declaró como imputado, afirmó ante instructor, José Castro, que a la hora de decidir sobre la necesidad de prorrogar el convenio con Nóos también rendía cuentas al entonces presidente delconsejo de administración, Gerardo Camps, y al citado exsecretario autonómico Luis Lobón.

Durante su comparecencia de una hora y cinco minutos en el Juzgado de Instrucción número 3 de Palma, se desvinculó de cualquier tipo de irregularidad en la tramitación de estos convenios, ratificándose así en la declaración que ya prestó a finales de 2011 en dependencias de la Policía Nacional. El actual director del Instituto Valenciano de Finanzas,insistió en quecualquier decisión tenía que ser comunicada a Camps y autorizada por éste o ratificada por el Consejo de Administración, si bien en el caso concreto de la prórroga ha recordado que fue principalmente Lobón quien le dio la instrucción.

En esta misma línea, Vela, quien precisó que en ningún momento trató con el Duque de Palma, Iñaki Urdangarin, para abordar estas cuestiones, subrayó que su papel en estos hechos se limitó a la firma que estampó en las dos addendas que rubricó del convenio original para la organización del Valencia Summit, que fue firmado en 2004 cuando aún no había llegado al Cacsa. De hecho, defendió que fue suscrito por su antecesor en el cargo, José Manuel Aguilar, y en este convenio ya estaba contemplada la prórroga que él mismo firmó.

Asimismo, el encausado aseguró que nunca ordenó a la exdirectora de Gestión de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, Elisa Maldonado, manipular un informe técnico en el que allí donde ponía 2005 puso un 4 encima, presuntamente para cubrir la apariencia de legalidad en el expediente del Valencia Summit, tal y como postulan los investigadores. La Fiscalía sostiene en este sentido que se trata de un simple informe técnico que no justificaría la elección de la fórmula del convenio de colaboración como tampoco la omisión de los principios de publicidad y concurrencia. La propia Maldonado reconoció en su declaración que manipuló la fecha del informe técnico de la primera cumbre Valencia Summit en 2004 "por orden" de Vela. Maldonado manifestó que fue Aguilar quien le dijo que se iba a organizar el Valencia Summit en 2004 por parte de Nóos y que detrás de él estaba Urdangarin.