La Policía Nacional ha desarticulado una organización criminal dedicada al cultivo de marihuana a gran escala para su posterior distribución por todo el territorio nacional en una operación en la que ha detenido a 21 personas y ha desmantelado siete cultivos en las provincias de Alicante, Murcia y Córdoba, según ha informado el Ministerio del Interior.

De los siete cultivos, dos se encontraban en la ciudad de Alicante, tres en los municipios alicantinos de Monforte del Cid, Busot y El Rebolledo, uno en la localidad murciana de Molina de Segura y otro en Córdoba, y en ellos se han intervenido unas 3.600 plantas de marihuana, 8.000 gramos de cogollos de marihuana, 33.000 gramos de hachís y unos 11.000 euros en efectivo.

Asimismo, los agentes han encontrado 290 transformadores, 293 lámparas halógenas, cuatro extractores, 25 ventiladores, 50 sacos de fertilizante y siete mini estaciones meteorológicas, ya que los siete centros de cultivo hidropónico de plantas de cannabis sátiva contaban con todos los elementos de ventilación, riego y climatización, necesarios para favorecer el cultivo y crecimiento de las plantas.

En total, han sido detenidas en Alicante, Murcia y Córdoba 21 personas y se han practicado ocho registros, en los que se han decomisado cinco vehículos, seis ordenadores, una pistola simulada, un escáner de radio frecuencias y un sofisticado sistema de alarma con 10 volumétricos y una centralita.

Los arrestados, de los cuales 17 son españoles, dos de origen cubano y otros dos colombianos, han sido puestos a disposición de los Juzgados de Instrucción de guardia de Alicante, Novelda, San Vicente del Raspeig, Benidorm, Elche y Córdoba, que han decretado el ingreso en prisión de 14 de ellos.

OPERACIÓN INICIADA EN NOVIEMBRE

La investigación se inició el pasado noviembre a raíz de dos actuaciones policiales en dos viviendas de Alicante y San Vicente del Raspeig, en las que se intervinieron 2.130 plantas de marihuana, y tras las cuales los investigadores no tardaron en averiguar que los arrestados en dichas intervenciones estaban relacionados entre sí.

Además, descubrieron que formaban parte de una organización criminal mayor, especializada en el cultivo a nivel "industrial" de plantas de cannabis para su posterior distribución a nivel nacional. La investigación posterior permitió identificar a varios de los miembros de la organización, y proceder finalmente a la detención de los 21 sospechosos, gracias a un importante dispositivo policial coordinado entre las plantillas implicadas.