Cuando a Fernando Gili le dijeron que tenía que someterse a un trasplante de riñón, su mujer, Paloma Ronda, no se lo pensó ni un instante y se ofreció como donante. No han pasado dos meses de la operación, que se llevó a cabo en el Hospital General de Alicante, y a este matrimonio le ha cambiado la vida. Fernando (47 años) ya no depende de un tratamiento de diálisis al que tenía que someterse tres veces por semana y Paloma (39 años) hace la misma vida que cuando tenía dos riñones, "sólo que ahora, mi marido ya no está enfermo por lo que podemos viajar, salir con nuestros hijos..., sin duda hemos ganado en calidad de vida".

Este es el quinto trasplante de donante vivo que realiza el Hospital General desde 2009.

La operación se llevó a cabo el 9 de febrero. Primero "se le extrajo a Paloma el riñón izquierdo a través de cirugía laparoscópica –mediante unas pequeñas incisiones en la zona del abdomen– sin necesidad de una cirugía abierta", explica Juan José Lobato, jefe del servicio de Urología del centro sanitario. Casi de manera simultánea y en un quirófano contiguo "otro equipo médico preparó el riñón para implantárselo a Fernando en el lado derecho en una operación que se prolongó durante cerca de tres horas".

Al día siguiente de la intervención, Paloma pudo ver a su marido "e incluso ir a la cafetería del hospital", afirma, y a los tres días recibió el alta hospitalaria. Una semana más tarde, Fernando pudo marcharse a su casa, tras comprobar que no había habido rechazo y al mes el matrimonio estaba trabajando de nuevo y llevando una vida normal. Y es que, afirma Lobato, "la gran ventaja de que el trasplante se haga entre donantes vivos es que la recuperación es mucho más rápida que si el donante es una persona mayor con los órganos más deteriorados". Fernando lo sabe y por eso se ríe al recordar "todo lo que me metía con mi mujer porque hiciera tanto deporte, ahora lo agradezco".

Pero, por encima de todo, para el doctor Lobato el gesto de Paloma Ronda "es el acto de generosidad más grande que se puede hacer, ya que te quitas una parte de ti para dársela a otra persona". Ella admite que los días previos a la operación "estaba un poco nerviosa, sobre todo habría agradecido hablar con alguien que hubiera pasado por esto". Dos meses después, "ni me acuerdo de que estoy operada, ya que todo fue muy sencillo, sobre todo después de haber pasado por la experiencia de dos partos". El doctor Juan José Lobato asegura "que se puede vivir perfectamente con un riñón, de hecho, hay mucha gente que nace sólo con uno y lo descubre cuando se somete a una exploración por otro problema".

Fernando Gili sufría desde 1991 una insuficiencia renal crónica que se agravó en 2011, lo que le obligó a comenzar un tratamiento de diálisis. En su familia ya había habido problemas renales y uno de sus hermanos donó un riñón a otro en los años 80, "por lo que ya estábamos muy concienciados con este asunto así que solicitamos la posibilidad de una donación de paciente vivo", explica Gili. Paloma, uno de sus hermanos y su suegra se ofrecieron para donarle un riñón y tras varias pruebas los médicos estimaron que su mujer era la candidata más idónea. Tras la decisión, "el proceso fue muy sencillo", asegura el matrimonio. "En todo momento nos explicaron detalladamente los pasos a seguir y prácticamente nos dieron a elegir el día para la operación".

A partir de ahora, Paloma puede seguir su vida sin ninguna restricción y sin necesidad de tomar ninguna medicación y Fernando se tiene que someter a controles periódicos para comprobar que todo sigue yendo bien. En la operación de trasplante intervinieron los servicios de Urología, Nefrología, Inmunología, Anestesia, Enfermería y la Coordinación de Trasplantes del Hospital General.

Una veintena de intervenciones desde que arrancó el año

En lo que llevamos de año se han realizado 24 trasplantes de riñón en la provincia de Alicante. Salvo el caso de Fernando y Paloma, el resto han sido donaciones de cadáver. Por otro lado, la Comunidad registró 136 donantes en 2011, lo que supone un 7,8 % más de los registrados el año anterior, según los datos de la Organización Nacional de Trasplantes presentados en enero por la ministra de Sanidad, Ana Mato. La Comunidad registró el año pasado 32,4 donantes por millón de personas, frente a los 30,1 del año anterior, aunque la cifra está por debajo de la media nacional (35,3 donantes por millón de habitantes). Los datos indican que España batió durante el pasado año su propio récord de donación y trasplantes, con un total de 1.667 donantes, que han permitido realizar 4.218 trasplantes, lo que supone un incremento de un 11,8 % respecto al año anterior y 445 enfermos trasplantados más.