La lluvia ha malogrado hoy, por primera vez en su historia, la procesión de Santa Cruz, una de las más emblemáticas de la Semana Santa alicantina. Pese a que sus cuatro pasos pudieron emprender la marcha desde la ermita, acabaron regresando alrededor de las 20 horas, debido a la intensa cortina de agua.

La expectación era máxima en torno a las estrechas y empinadas calles del barrio. Como cada año, miles de alicantinos se congregaban a la espera de una procesión que parecía amenazada desde el inicio. La lluvia, que respetó el recorrido de los pasos durante los primeros minutos, empezó a arreciar antes de haber alcanzado la plaza del Carmen.

El esfuerzo de los costaleros al descender desde la ermita, evitando resbalar en las húmedas escalinatas, parecía dar tintes épicos al desfile. Los pasos, custodiados por nazarenos de vesta y capirote negros, se balanceaban con ímpetu a altura de la calle San Rafael, donde se produjo uno de los momentos más esperados.

Entre el fervor de una multitud entregada, que abarrotaba ambos lados de la escalinata, apareció la figura de Antón Moreno dispuesto a dedicar su saeta al Cristo Cautivo. Olés y vítores acompañaron la exhibición del cantaor desde el balcón de la Hermandad, en los instantes en que el aguacero ya hacía prever el frustrante desenlace.

Los paraguas fueron ganando terreno a los cirios a medida que la procesión avanzaba, sin permitir la posibilidad de enlazar con la Carrera Oficial. El Cautivo, que llevaba más de una hora en la calle, se encontraba a la altura de la Rambla, mientras que el último paso, El Descendimiento, apenas pudo completar diez minutos de recorrido.

La Policía local recomendó suspender la procesión por el peligro que ésta podía suponer tanto para el público como para los participantes en la misma. Los músicos dejaron de acompasar el traqueteo de los pasos, en un espectáculo que fue decayendo, ante el desconsuelo de muchos devotos. No fue la tarde soñada para Santa Cruz, cuyos fieles deberán esperar hasta el próximo año.

De momento, está previsto que se lleven a cabo la procesión del Divino Amor y La Marinera, y la del Gran Poder.