Estaba cantado. Como adelantó ayer este periódico, Jorge Alarte, ya despojado de su liderazgo en el PSPV tras su derrota frente a Ximo Puig en el congreso celebrado el pasado fin de semana en Alicante, registró ayer, cuando pasaba un minuto de la una y media de la tarde, un escrito en las Cortes en el que presentaba su dimisión como portavoz parlamentario y, por tanto, extendía la crisis socialista al grupo de diputados autonómicos. La oposición política en las Cortes a la gestión de Alberto Fabra queda descabezada apenas nueve meses después de que Alarte llegara al hemiciclo después de una gran debacle electoral. Lo que en estos momentos parece más grave es que la dirección no cuenta con un candidato definido para liderar la oposición.

Los socialistas valencianos se encuentran, de hecho, en la misma situación que cuando eligieron a Joan Romero, a Ignasi Pla y también al citado Alarte. Ximo Puig, como sus tres predecesores, no ocupa escaño en las Cortes. En las elecciones del pasado mes de noviembre, de hecho, el ya secretario general del PSPV salió elegido diputado en el Congreso. Es decir, que tendrá que intentar construir una oposición al Consell de Alberto Fabra desde fuera del epicentro que marca la agenda política valenciana: el hemiciclo del Palau dels Borja. El escrito de renuncia de Alarte está dirigido al presidente de las Cortes, Juan Cotino, y le comunica que "a día de hoy" y "por cuantos efectos sea oportuno y necesario" deja su cargo. Aunque, a continuación, aclara que seguirá como diputado en las funciones y trabajos que su grupo parlamentario le acabe asignando. Finalmente, el hasta ahora líder socialista muestra su agradecimiento, "aunque ha sido un periodo breve", por el trato que le ha dispensado Cotino. De momento y en tanto la ejecutiva decide, la diputada Cristina Moreno será, de forma interina, la portavoz del grupo socialista en las Cortes Valencianas.

Hoy mismo es probable que Alarte se reúna con Ximo Puig para preparar el traspaso de poderes en la cúpula socialista y, quizá mañana, se citará por vez primera la nueva dirección del PSPV. En cualquier caso, la "patata caliente" del futuro del grupo en las Cortes quedará para después de las vacaciones de Semana Santa. No hay, de hecho, ningún pleno hasta la última semana de abril, cuando el nuevo síndic se estrenará con la pregunta de control al presidente de la Generalitat, Alberto Fabra. No hay una opción definida. De hecho, apenas nueve diputados son miembros de la nueva ejecutiva del PSPV. Así que el grueso del grupo, cuando la legislatura no ha cumplido ni su primer cuarto, tiene ya fecha de caducidad marcada.

Todo indica que Ana Barceló se hará cargo de la secretaría general del grupo en las Cortes con amplios poderes. En círculos socialistas se baraja que Puig recurra a alguno de los diputados veteranos que son de su cuerda -Francesc Signes, Ignacio Subías o Antonio Torres- o a otro diputado de ese perfil como Rafa Rubio para poder modelar una portavocía en las Cortes de transición y que no sea una amenaza para el liderazgo de la nueva cúpula del PSPV.

Romeu también se postula a las primarias

En una jornada aún marcada por la resaca del congreso del PSPV, únicamente el vicesecretario de Organización, Alfred Boix, se dejó ver por la sede socialista de Blanqueries para hablar con los trabajadores. De la antigua ejecutiva, Elena Martín y Pilar Sarrión acudieron para recoger y facilitar el traspaso. Y mientras el nuevo portavoz de la dirección del PSPV, Francesc Romeu, en una de sus primeras intervenciones, ya dejó claro que no renuncia a presentarse a las primarias de 2014 para elegir candidato a la Generalitat. "Era un punto que manifesté durante la campaña y que actualmente no ha cambiado. Era una de las finalidades de mi proyecto", dijo a Europa Press. Sería el segundo después de que ya lo anunciara Manuel Mata. P. r. f.