El comité de empresa en Alicante de Ferrocarrils de la Generalitat (FGV) ha afirmado que la compañía pública podría poner en marcha en sólo ocho semanas la línea 2 del tranvía (TRAM), cuyo concurso para la gestión privada ha quedado desierto, lo que retrasará el servicio hasta, al menos, septiembre.

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En un comunicado, el comité de empresa indica que FGV dispone de material, personal y de "una experiencia de más de 25 años" para poder abrir la línea en ese tiempo.

Al mismo tiempo, han calificado de "inaceptable" el retraso de ocho meses anunciado por la Conselleria de Infraestructuras para la puesta en funcionamiento de la línea por considerarlo un "grave perjuicio" a la sociedad alicantina, que "lleva ya esperando con la infraestructura construida un año".

La apertura de un nuevo concurso mediante la fórmula del "diálogo competitivo" anunciada ayer por la Consellería es, para este sindicato, "un traje a medida para repartir el pastel a empresas privadas que van a mirar por sus intereses económicos y no por el interés general de los ciudadanos".

El comité de empresa alicantino también ha rechazado crear una empresa mixta entre la futura adjudicataria y FGV por tener "experiencias negativas", al ser esta compañía pública la que "pone todos los medios y al final los servicios que realizan las empresas privadas resultan más caros de lo que costaría con FGV".

Además, ha recordado que los 40 millones de euros que cuestan los tranvías, junto con los 30 millones de los talleres de mantenimiento y el personal necesario para ello, está corriendo a cargo de esta empresa pública.