"Hemos llegado a las 10.00, pasan de la 13.00 y aún no quiere bajarse de la bicicleta". Con una gran sonrisa Cecilia Torregrosa, madre de Héctor, quien sufre de espina bífida, relataba la primera experiencia de su hijo en Ciclovía. La primera edición de la Feria de Movilidad se trasladó ayer hasta el paseo habilitado desde la Plaza del Mar hasta la Albufereta para mostrar vehículos adaptados a distintos tipos de discapacidad.

Decenas de personas, tanto pertenecientes a la Confederación de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de Alicante (Cocemfe) como independientes, procedentes de distintos puntos de la provincia, se acercaron ayer a Ciclovía para conocer de primera mano este tipo de vehículos que expusieron las empresas Kinetch y Rodem. "Es muy difícil encontrar este tipo de bicicletas, buscas en internet y casi no hay sitios en Alicante, esta iniciativa me parece excelente porque tenemos la posibilidad de probarlas, de que nos aconsejen sobre cúal es la mejor opción dependiendo de la discapacidad de cada persona", explicaba ayer Cecilia Torregrosa, quien además afirmaba que se tendrían que llevar la bici a casa, en Elda, porque no había manera de que su hijo la soltara.

"Formalmente es la primera vez que Ciclovía acoge la Feria de Movilidad. Hemos querido ofrecer un día en exclusiva para las personas con discapacidad", señaló el concejal de Seguridad Ciudadana y Tráfico, Juan Seva, quien se animó a probar en primera persona una de las bicicletas. El Ayuntamiento de Alicante, por otro lado, pone a disposición de las personas mayores y con discapacidad un servicio de vehículos adaptados junto a la estación de La Marina, al que se puede acceder de forma gratuita todos los domingos.

El presidente de Cocemfe, Antonio Ruescas, por su parte, señaló que "esta iniciativa es una manera más de llegar a la gente, ganar espacio en la vía pública y concienciar a la ciudadanía, algo que para nosotros es muy importante".

Precios

Padres y abuelos de los chavales que ayer se reunieron en Ciclovía subrayaron que es importante pensar en estos vehículos no sólo como un lujo, sino como una necesidad para la terapia y rehabilitación para personas con discapacidad, sobre todo de cara a incluirlos en los gastos que cubre la Seguridad Social. El precio de las bicicletas varía según el modelo, señalaron, pero están a la altura de las de montaña, que rondan los 1.000 euros. Sin embargo, según afirmaron estas fuentes, las empresas que ayer participaban en la feria les ofrecieron facilidades como, por ejemplo, la posibilidad de adquirir algunas usadas a mitad de precio.