Un pescadero del Mercado Central de Alicante fue detenido el pasado miércoles después de propinar presuntamente una paliza a dos inspectores de pesca de la conselleria, cuando éstos iban a sancionarle por vender sepia descongelada haciéndola pasar como producto fresco. El acusado de un delito de lesiones aceptó una pena de ocho meses de prisión tras ser puesto a disposición judicial al día siguiente.

"Nos llevó a la parte de atrás del puesto y nos dijo que a ver si ahora le decíamos lo mismo", explicó uno de los agredidos. Tras una serie de amenazas comenzó a golpearles sin darles tiempo a que se defendieran, según la denuncia presentada por los dos inspectores. "A mi me enganchó del cuello, me tiró al suelo y comenzó a pegarme patadas", relató una de las víctimas a este periódico.

Los hechos ocurrieron en torno a las 12.00 horas del pasado miércoles cuando los dos inspectores de Pesca Marítima se encontraban desempeñando su trabajo en el Mercado Central de Alicante. "Estábamos revisando los puestos como marca el protocolo de seguridad alimentaria para comprobar si los productos se corresponden con el etiquetado y los albaranes de compra", explicó uno de ellos. En uno de los puestos se percataron de que se estaban vendiendo sepias, al parecer descongeladas, como si fueran frescas.

Cuando le solicitaron al vendedor el albarán que acreditara que que el producto era fresco éste se mostró esquivo y manifestó que no lo tenía. Fue entonces cuando los inspectores le informaron de que iban a formular un acta por una presunta infracción.

Sin embargo, el pescadero los llevó a una zona más apartada argumentado que allí podrían hablar tranquilamente. "Me estás poniendo negro, te voy a partir la cara", les amenazó antes de comenzar a agredirles, según consta en la denuncia. "Nos tiró a suelo y nos pegó puñetazos y patadas", aseguró uno de los agredidos.

Ambos inspectores acudieron al servicio de Urgencias del Hospital General y uno de ellos todavía sigue de baja como consecuencia de las lesiones.

El jueves se celebró el juicio rápido por estos hechos en el juzgado de Instrucción número tres de Alicante, donde el acusado aceptó una pena de ocho meses de prisión. Asimismo, el pescadero se enfrenta a dos sanciones administrativas, por vender especie descongelada como si fuera fresca y por obstrucción a la justicia. Esta última multada con hasta 3.ooo euros.