Entre aplausos y bravos. Así fue despedido al término de su funeral, celebrado en el tanatorio de Santa Faz, en Sant Joan, el féretro con los restos de Sor Juana María, que murió el martes "sin avisar, cosa rara en ella", dijo cariñosamente el párroco y deán de la Concatedral de San Nicolás, Ramón Egío, durante la misa de despedida "de la mujer que tenía pasión por el Evangelio y que predicaba por las calles de Alicante el amor a Jesucristo y a su Iglesia".

"Artista, emprendedora, arriesgada, insistente y pedigüeña, pero nunca para sí misma, siempre para los demás, de alimento, trabajo y vestido". Así definía a Sor Juana María en una de las cartas leídas durante la misa Inmaculada Tussell, representante en Aragón de su congregación, Jesús María. También la general de la orden, Ángeles Ariño, envió una misiva que leyó Ramón Egío. "Ha estado dinámica y apostólica hasta el final. Ha muerto con las botas puestas". Estas palabras emocionaron a los asistentes, desde los últimos bancos de la sala, repletos de antiguas alumnas con lágrimas en los ojos, a las primeras filas, con las compañeras de congregación a un lado y la familia al otro. Allí estaba su hermano, Eugenio Martín Rubio, el "hombre del tiempo" de Televisión Española durante mucho tiempo, y los sobrinos de Sor Juana María.

El deán de la Concatedral recordó algunos de los inolvidables momentos que protagonizó. "Un día, cuando estábamos con el tinglado de la coronación pontificia de la Virgen del Remedio en el Rico Pérez, se presentó allí. De aquel encuentro fortuito surgió uno de los momentos más bonitos del acto porque consiguió un helicóptero y que se tiraran miles de aleluyas sobre la virgen coronada. Su pasión siempre sorprendía".

Egío leyó otra carta de Francisco Cases, exobispo auxiliar de la Diócesis Orihuela-Alicante, y actual obispo de Canarias. "Cuando lleguen las Navidades habrá muchas más estrellas que sembrar. Ella las sembrará donde aún no llegamos", escribió en alusión al grupo "Los sembradores de estrellas" que fundó la religiosa. También el anterior obispo Victorio Oliver envió una carta y el actual responsable, Rafael Palmero, se acercó a mediodía a rezar un responso con las monjas ya que a la hora del funeral tenía un compromiso. Sí fueron a la misa concejales como Carlos Castillo, Sonia Alegría o Mari Ángeles Goitia en representación de la alcaldesa, que estaba en Valencia y envió una corona. El deán, que habló con Sor Juana María pocas horas antes de su muerte, invitó a su congregación a organizar un funeral en la Concatedral para que Alicante se pueda despedir de ella.