El inmenso "agujero" económico que lastra la gestión autonómica se agranda mes a mes sin que, hasta ahora, el Consell logre atajar el volumen de deuda. Con los datos actualizados por el Banco de España al cierre de 2011, la Generalitat volvió a batir, en el peor año hasta ahora de la crisis y después de haberse comprometido a la aplicación de planes de ahorro, todos los récords de endeudamiento. Acumuló una deuda financiera, sumando los números rojos de la administración y de las empresas públicas, que alcanzó los 22.433 millones, camino de los cuatro billones de las antiguas pesetas. La cifra supone un incremento del endeudamiento valenciano de casi el 9,5% -1.799 millones más- en relación a la que se registró a 31 de diciembre de 2010. Equivale al 19,9% de la riquera generada por la Comunidad (PIB), un indicador que creció en un punto y seis décimas durante los últimos doce meses, de acuerdo a los datos del Banco de España.

El récord de deuda de la Generalitat tiene su traslación, igualmente, a los datos del resto del Estado. El endeudamiento de las autonomías volvió a registrar, en ese mismo periodo, otro máximo histórico al dispararse los préstamos hasta los 140.083 millones, un 17,26% más que un año antes y el 13,1% del PIB español. Los indicadores cuadran con los desfases de gasto registrados por las comunidades que han obligado al nuevo Gobierno de Mariano Rajoy a imponer un durísimo plan de recorte para el año 2012. Eso llevará a los ejecutivos autonómicos a aplicar un ajuste de, al menos, unos 15.000 millones. En el caso de la Comunidad, a los cerca de 1.100 millones recortados en enero habrá que añadir, al menos, otros 500, según los datos aportados por el Consell. A cambio podrán acceder a liquidez para poder saldar facturas pendientes. La deuda del Gobierno central también se disparó un 14,5% hasta los 559.459 millones, mientras la de los municipios se mantuvo prácticamente invariable en 35.420 millones. En conjunto, el endeudamiento de todas las administraciones públicas subió un 14,2% y alcanzó los 734.961 millones, muy lejos de las recomendaciones de austeridad marcadas desde Bruselas.

Los datos vuelven a evidenciar la agónica situación financiera de la Generalitat, lastrada por los impagos a proveedores, por la falta de liquidez y, en la práctica, en situación de "bancarrota". Desde el año 1995, la deuda de la Comunidad no ha dejado de crecer: se ha multiplicado por diez desde entonces, especialmente, durante los ocho años de mandato de Francisco Camps en el Consell. En el último año, la deuda financiera de la Generalitat se incrementó en 1.799 millones, unos 300.000 millones de las antiguas pesetas, hasta situarse en 20.762 millones, cantidad a la que debe sumarse el endeudamiento de 1.671 millones que acumulan las empresas públicas, un indicador que se redujo ligeramente en 31 millones durante el último ejercicio. Al final, la cifra global de la deuda financiera de la Generalitat alcanzó la friolera de 22.433 millones. Una cantidad astronómica. Para cubrir ese "boquete financiero", por ejemplo, habría que parar la actividad de la Generalitat durante veinte meses y dedicar todo el dinero a pagar la deuda autonómica. O que cada valenciano, como si fuera una colecta, pusiera de su bolsillo la cantidad de 4.486 euros, la mayor deuda per cápita de todo el Estado, como este periódico ya avanzó en su momento.

Así y todo, las estadísticas del Banco de España facilitaron que la Generalitat pudiera vender ayer, en la interpretación de los cuadros estadísticos, la aparición de "brotes verdes" en la contención de la deuda. No hay mal que por bien no venga, recurriendo al refranero. La imposibilidad material de colocar la deuda en el mercado, que afectó especialmente al Consell durante la emisión de bonos patrióticos del pasado mes de diciembre, limitó el incremento de los números rojos. En el caso de que los planes de la Generalitat se hubieran cumplido hasta el último detalle, los datos al cierre del ejercicio de 2011 serían mucho peores y se hubieran incrementado, al menos, en otros 800 millones de euros, según explicaron a este periódico fuentes financieras.

Esa contención obligada -el vicepresidente José Císcar, precisamente, habló de que la deuda subió la mitad que en el resto de las autonomías- facilitó que la Generalitat perdiera el "liderazgo" en el ranking de deuda de España en función del PIB, al ser superada por Cataluña (20,7%), comunidad que, sin embargo, tiene mucho más presupuesto y mayor actividad económica. Con todo, la actualización de los datos anteriores revela ahora que ya en el tercer trimestre de 2011 Cataluña adelantó a la Comunidad Valenciana: 20,0% del PIB frente al 19,7%.

Desde 1999

La Generalitat era líder de endeudamiento en relación a su riqueza desde 1999 -durante el mandato de Eduardo Zaplana-, doce años consecutivos, cuando se situó en el 9,8 %, frente al 9,4% de Galicia y el 9,2% de Cataluña. El actual 19,9% -21,5% si se suman las firmas públicas- la coloca muy por encima de la media, que está en el 13,1%. Tras el Consell y Cataluña, figuran Castilla-La Mancha (18,0%) y Baleares (16,3%), mientras las de menos carga son Madrid (7,9%), País Vasco (8,1%) y Canarias (8,8%). El Gobierno de Alberto Fabra, en cualquier caso, se mantiene como la segunda autonomía con mayor volumen de deuda tanto en valores absolutos como en relación al PIB, en ambos casos superada por Cataluña, la primera comunidad que está aplicando el copago sanitario.

Igualmente, la Generalitat fue la penúltima en la que menos se incrementó el recurso a los préstamos, superada por Baleares (7,18%). Las que más dispararon los créditos fueron Navarra (un 44,56% más que en 2010), Murcia (33,18), Cantabria (30,34), Castilla y León (27,23) y Asturias (26,69). En cifras absolutas, la comunidad con mayor carga financiera volvió a ser una vez más Cataluña, con 41.778 millones, líder desde 1995, la fecha más antigua que proporciona el Banco de España. Entonces la Comunidad era la cuarta, la sexta en función del PIB.

El endeudamiento de Cataluña representa el 29,8% del total de las autonomías. Tras ella se sitúa la Generalitat, con los citados 22.433 millones. Juntas suponen el 40,6 % de toda la deuda autonómica. Y si se suma la tercera con más carga, Madrid (15.447 millones), las tres acumulan el 55,6 % del total del endeudamiento regional. Conforme a los últimos acuerdos del Consejo de Política Fiscal y Financiera, la Comunidad y el resto de autonomías tendrán que apretarse el cinturón durante 2012 y limitar notablemente su recurso a la deuda. Gastar sólo lo que se ingresa.

"Estamos haciendo lo que toca hacer. Con este esfuerzo, saldremos"

El vicepresidente José Císcar señaló, durante la rueda de prensa posterior al pleno del Consell, que la Comunidad es la segunda autonomía donde menos creció la deuda en 2011 y resaltó que, además, en el cuarto trimestre de 2011 la deuda creció "solo un 1,4%" cuando la media del conjunto de autonomías españolas fue "el doble", del 2,8%. "Estamos haciendo lo que toca hacer", dijo. Císcar señaló que, en el conjunto de 2011, la deuda creció en la Comunidad un 9,5% cuando la media de crecimiento de la deuda fue del 17,3% en el conjunto del año y autonomías. En este sentido, Císcar explicó que la Comunidad es la segunda autonomía donde menos crecieron los números rojos en 2011. "La deuda es la que es. Todos sabemos la situación que atraviesa el conjunto de comunidades, municipios y el Estado", apuntó para asegurar que la Generalitat está "haciendo lo que toca hacer" y se mostró "convencido de que, con el esfuerzo y corresponsabilidad de la sociedad, que la estamos teniendo, saldremos adelante de la situación difícil y complicada". europa press

"Habrá más sacrificios y más recortes para los valencianos"

El secretario general del PSPV, Jorge Alarte, recalcó que el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, le deberá explicar "cómo va a ajustar el 4,1 del PIB regional al 1,5 con un ajuste de 500 millones", puesto que, según las cuentas de los socialistas valencianos, los recortes deberán ascender a más de 2.000 millones. "Dónde están las facturas que faltan", preguntó. Alarte, durante un acto en Valencia, apuntó la posibilidad de que correspondan a las deudas que mantiene el Consell por el pago de los medicamentos y a las que "no podrá" hacer frente en mayo. En cuanto a los ajustes y al copago en Sanidad, el síndic socialista emplazó a Fabra y al PP a que "se enteren". "La cosa no es que Botín no pague una caja de Termalgin. La cosa es que Botín pague más impuestos", declaró. "El objetivo es que "todos podamos disfrutar de derechos sanitarios y que la Sanidad no sea un servicio, sino un derecho". redacciÓN