La Concejalía de Conservación de Inmuebles ha obligado, bajo amenaza de multa a los propietarios, a reparar los desperfectos de las fachadas de un centenar de edificios antiguos durante el último año por presentar algún riesgo para vecinos o peatones. En la mayoría de los casos, se habían registrado desprendimientos de cornisas o de partes de los balcones en los inmuebles.

Y es que el tiempo también pasa por las construcciones y en el último año el Ayuntamiento ha obligado a 150 edificios de la ciudad con más de medio siglo de existencia a pasar una revisión para constatar el estado de su estructura y su nivel de deterioro. En la mayoría de los casos, la inspección detecta daños que los propietarios deben reparar. Al respecto, la concejala de Conservación de Inmuebles, Oti García Pertusa, explica que un centenar de los inmuebles a los que se obligó a pasar la ITE "presentaban alguna patología en la fachada y se les ha obligado a rehabilitar los elementos deteriorados". El resto, en torno a cincuenta, presentaban otros problemas como afecciones "en las tuberías y conducciones" que, según la edil, también se ha obligado a los dueños a reparar. De no pasar la inspección y reparar los desperfectos detectados, los propietarios se enfrentan a multas entre 600 y 6.000 euros.

Del mismo modo que los conductores deben pasar la ITV de sus vehículos, los propietarios de las viviendas con más de 50 años de antigüedad están obligados a pasar una inspección técnica cada cinco años. Muchos siguen incumpliendo este deber recogido en la Ley Urbanística de la Comunidad Valenciana.

En muchas ocasiones, el desprendimiento de cornisas y tejas o el deterioro de la fachada pone en aviso a los particulares que denuncian o a los técnicos municipales que actúan de oficio para exigir a los propietarios de los inmuebles que, además de reparar los desperfectos, presenten el certificado de haber superado la inspección técnica si el inmueble es anterior a los años 60.

Si se ha incumplido la obligación de pasar la ITE, desde Conservación de Inmuebles se les obliga a hacerlo y a subsanar todas las deficiencias que se detecten durante la revisión bajo una amenaza de multa. Se trata de sanciones coercitivas hasta que los propietarios presentan el certificado. Según la edil, "el objetivo no es recaudar dinero a través de las multas, sino que todos los inmuebles cumplan con la normativa de seguridad, ornato y decoro".

En la ciudad, hay más de 15.000 construcciones que superan los 50 años de antigüedad, un 5% de todas las que existen. La edil señala que los requerimientos a las comunidades de propietarios para que sometan sus inmuebles a la inspección, prácticamente se han duplicado con respecto a 2010, cuando se exigió este certificado a 90 edificios. Entre los inmuebles a los que se solicitó la ITE durante el pasado año 2011 se encuentran algunos que cuentan con algún tipo de protección, como la antigua Central de Teléfonos, en la avenida de la Constitución, el edificio Maisonnave, el numero 13 de la calle Barón de Finestrat o el ubicado en el número 21 de la calle Mayor.