Paella, ensalada, fiambres y, "por supuesto", naranja. La consellera de Educación, María José Català, compartió ayer el menú escolar con los más de quinientos alumnos del colegio público Costa Blanca de Alicante.

Un grupo de primer curso le dedicó una balada a la guitarra de al que salió extasiada, después recorrió la galería de cuadros que han hecho los propios alumnos de la mano de su profesora de Plástica, la propia directora, Elia Padilla, junto al resto de docentes que les han dirigido para plasmar pinturas de Gauguin o Botero: "Esto desarrolla mucho la creatividad -describió Català-. Estamos en un pasillo donde se estudia a los pintores, como una especie de museo para los niños que da muy buenos resultados. En este centro se esfuerzan por fomentar el desarrollo personal, es un modelo de excelencia y de compromiso que fomenta los valores de forma espontánea conforme los niños avanzan por el pasillo reconociendo un Sorolla o un Modigliani". Junto a la obra de Gauguin, Mata Mua, podía leerse un fragmento que acababa: "...Oda a la ausencia de la corrupción".

"Cuando las cosas vayan un poco mejor podremos responder al esfuerzo de innovar que hacen con estos niños", prometió la titular de Educación, descartando que vaya a crearse un ranking de centros escolares: "Ni me gusta, ni la LOE lo permite", aclaró.

Ni un euro para comedores

Poco antes de compartir con el concejal Ardid y niños como Ainhoa, David o Marc el menú del día aseguró que su "próxima prioridad" es el pago de las becas de comedor, ya que no ha girado ni un euro desde que empezó el curso. Para la consellera, los recortes en la enseñanza se limitan al salario de los docentes, pese a que se evidencian en otros centros del distrito de playas en el que se encontraba ayer. En la misma avenida del Costa Blanca, las instalaciones de un instituto acogen un colegio entero, con dificultades de espacio, docencia y organización, como denuncian padres y profesores del Instituto Radio Exterior.