Eduardo Zaplana romperá un silencio premeditado de casi una década sobre los asuntos que atañen a la Comunitat Valenciana, con una entrevista, realizada por el director de INFORMACIÓN, Juan R. Gil, que publicará mañana domingo este periódico. Zaplana, que llegó a la presidencia de la Generalitat en 1995 y renunció al cargo en julio de 2002, ha procurado no conceder entrevistas sobre la Comunitat durante todo este tiempo, consciente, como él mismo asegura, de que si se pronunciaba sobre cualquier asunto referido a ella se iba a interpretar como producto "del afán de notoriedad o del rencor".

Zaplana fue sustituido de forma provisional en la Generalitat por José Luis Olivas, pero él mismo promovió como candidato en 2003 a Francisco Camps. El enfrentamiento entre ambos, no tardó en estallar, tan pronto que el propio Zaplana señala en la entrevista que, contra lo que se especuló, "no hubiera tenido tiempo" de controlar a Camps si ese hubiera sido su propósito.

El expresidente de la Generalitat hace en la entrevista que publicará mañana INFORMACIÓN una reflexión sobre la situación por la que atraviesa la Comunitat Valenciana, los errores que la han llevado a ser una de las autonomías que más duramente está sufriendo la crisis económica, la pérdida de las cajas de ahorro, la falta de representatividad de las elites políticas, empresariales y culturales y el comportamiento de algunos de los que más fieles se mostraron hacia él y más fervorosamente se alistaron, luego, en el bando de Camps.

También habla sobre el problema de la corrupción y la actitud que los dirigentes políticos deben adoptar sobre ella, así como de cuestiones de alcance nacional, como la reforma laboral, la posibilidad de una huelga general o el movimiento del 15M, por cuyas raíces muestra un respeto que difiere de las descalificaciones que miembros de su partido han hecho contra él.