Las escuelas que han adaptado sus instalaciones y profesionales a los requisitos del Consell para recibir posteriormente el bono-infantil están en una situación crítica. Nuestra Escuela es un ejemplo de las 150 de la provincia.

¿Cómo se lleva no recibir el dinero del Consell desde que empezó el curso?

Nos sentimos engañados y traicionados. Estamos fastidiados porque debe saberse que no somos solo empresas privadas sino que trabajamos con niños. Personalmente empecé hace 30 años como profesor de Matemáticas pero caí en Infantil y ya no volvería atrás porque es muy reconfortante, con los niños no se envejece porque ves que ayudas.

¿Y cómo se las arreglan?

Nos lo tragamos porque no somos un colectivo como los farmacéuticos para salir juntos pero resulta inviable. Se perderá la calidad y habrá más niños por aula.

¿Qué aporta un centro homologado frente al que no lo está?

Los no homologados no pueden decir que tengan un proyecto educativo. Se podrán llamar guardería, ludoteca, pero no decir que educan a los niños porque sería un fraude.

¿Realmente conviene llevar a los niños a un centro desde tan pequeñitos?

Los que han pasado por una escuela infantil no tienen a partir de los tres años ningún problema de adaptación psicopedagógica. Desde aquí observamos cualquier alteración por pequeña que sea y mediante la estimulación temprana se resuelve. Si un niño es difícil también orientamos a los padres para tratarle después también en casa, no se trata de darle tres pastillas, son personas.