Faltan camas y falta personal para atender a los pacientes. La situación de las unidades de Salud Mental en la provincia de Alicante es cada vez más deficitaria, lo que está llevando a que no se preste una adecuada atención a los enfermos mentales, incluso a quienes sufren un trastorno mental grave.

Así lo ha denunciado el Observatorio para la Salud Mental (AEN), con un ejemplo muy concreto que ilustra esta situación. A finales del paso mes de enero, un enfermo mental fue detenido en Alicante tras amenazar con hacer volar su casa con una bombona de butano y una granada. Mikel Munárriz, responsable de AEN, denuncia que días previos a este suceso, "se solicitó por parte de su psiquiatra el ingreso hospitalario de esta persona tras observarse un deterioro en su estado". Un ingreso "que fue desestimado por la Unidad de Psiquiatría del Hospital de Sant Joan", único centro en la comarca de l'Alacantí con camas de hospitalización para enfermos mentales. El mismo día de los hechos, "el paciente solicitó voluntariamente su ingreso porque no se encontraba bien y se volvió a rechazar".

Desde la Unidad de Psiquiatría del centro sanitario, su responsable María Angustias Oliveras, explica que rechazaron el ingreso de este paciente "porque padece problemas de adicción y ya había protagonizado anteriormente altercados en el ámbito doméstico". En este sentido, Oliveras asegura que "en días anteriores al incidente el paciente también había sido visto en el servicio y se determinó que su estado no requería de ingreso porque no era un problema psicótico". La responsable de Psiquiatría de Sant Joan señala, además, que "al día siguiente de conocer el problema que había habido con este enfermo me puse en contacto con los médicos que le atienden para conocer los detalles del caso y saber si se había cometido algún error de valoración, pero nadie me contestó".

Para Munárriz, sin embargo, "si este paciente hubiera estado valorado por un equipo de atención domiciliaria -servicio que se desmanteló hace más de un año- y si hubiese ingresado a tiempo en el hospital ahora no estaría en la cárcel". Según los datos aportados por el Observatorio para la Salud Mental, ninguno de los departamentos sanitarios de la Comunidad Valenciana alcanza la ratio óptima de 12 a 15 camas de ingreso por cada 100.000 habitantes recogidas en el Plan Director de Salud Mental de la Comunidad Valenciana. Sólo la Marina Alta y Alcoy, con 9 camas cada departamento, se acerca a estas cifras. En la comarca de l'Alacantí hay 6 camas por cada 100.000 habitantes. El responsable del Observatorio también critica la excesiva rotación de estas camas. "En muchas ocasiones se dan las altas antes de tiempo para tener más camas libres, lo que también es contraproducente".

Junto a la carencia de unidades de ingreso, la falta de personal es una de las situaciones más graves por las que atraviesan las unidades de Salud Mental en la provincia. "Sobre todo son necesarios enfermeros y trabajadores sociales, que hagan un seguimiento a los enfermos para evitar recaídas y situaciones como las vividas recientemente en Alicante". Otra consecuencia es que prevalece "una visión excesivamente hospitalaria de estos pacientes sin que haya un trabajo de seguimiento y de proximidad con ellos". Pero también en los hospitales la carencia de profesionales "hace que se recurra con excesiva frecuencia a medidas de contención física y al abuso en la instalación de cámaras de vigilancia".

Incumplimiento del Plan Director

La Comunidad Valenciana "cuenta con la mitad de psiquiatras de los que prometieron y un tercio de los psicólogos y enfermeros de los necesarios". Así lo asegura la Plataforma por la Salud Mental Pública, que denuncia el incumplimiento por parte del Consell del Plan Director de Salud Mental. Como resultado, afirma esta plataforma, "solo un 1% de la población enferma mental en la Comunidad Valenciana recibe tratamiento". El resto, incluidos los 50.000 valencianos que padecen un trastorno mental grave, "depende para lograr su estabilidad y recuperación de las asociaciones de familiares de enfermos mentales".

Según los datos aportados por la plataforma "más del 50% de las unidades de Salud Mental no tienen trabajador social y la gran mayoría tampoco tienen terapeuta ocupacional". Una situación que "es la principal causa de deterioro, ya no únicamente de las personas directamente afectadas, sino del propio sistema público de salud".

La plataforma plasmó recientemente esta situación en el documental "Las lunas de Valencia", financiado por el Fondo Social Europeo. En él se recogen los testimonios de los propios afectados por la enfermedad mental, sus familias y un amplio equipo de profesionales del campo de la salud mental.