El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, quiso zanjar ayer las críticas que está recibiendo el Consell por el "tijeretazo" que ha sufrido el sector educativo. El jefe del Ejecutivo clamó contra la oposición, la acusó de mentir, de alentar las protestas y recalcó que "no hay ningún recorte" en derechos. "Están intentando perjudicar la imagen de la Comunidad y tratan de paralizar este territorio con argumentos falsos", sentenció el presidente durante la sesión de control en las Cortes Valencianas.

Fabra fue especialmente duro con el PSPV. "No busquen otras vías que hablen de primavera porque aquí, el invierno glacial lo hicieron los socialistas y nosotros lo que queremos es dar calor a las familias y a las personas", esgrimió. Eso sí, el jefe del Consell admitió que la Generalitat se ha visto obligada a aplicar ajustes dada la falta de liquidez por la que atraviesa. "Hay que hacer sostenible este modelo de bienestar con ajustes necesarios", argumentó, casi a la vez que reiteró, por enésima vez, que "no habrá despidos" de personal docente. De ahí que reprochara a la oposición que la "situación que están intentando transmitir en la Comunidad y fuera de que los centros no tienen calefacción ni material necesario, de que no se invierte en los derechos de los ciudadanos y que hay una falta de democracia es absolutamente falso". Según Fabra, esas críticas de PSPV, Compromís y EUPV buscan un único fin. Y no es precisamente la salida de la crisis. "Ustedes mienten a la población para buscar réditos políticos", concluyó. Fabra rebatió así las palabras de los tres partidos de la oposición.

El primero en hablar fue el síndic del PSPV, Jorge Alarte. Le recordó las brutales cargas policiales que se han registrado durante los últimos días en Valencia contra los estudiantes del instituto Lluís Vives y exigió la dimisión de la delegada del Gobierno en la Comunidad, Paula Sánchez de León. "La delegada sigue sin dimitir y usted sigue sin decir nada", le reprochó Jorge Alarte a Alberto Fabra. El dirigente también le acusó de "atacar lo más esencial, que es la capacidad de los jóvenes de decir que no" al sistema educativo que propone el PP. "Ustedes luchan políticamente contra la igualdad de oportunidades cuando nos condenan a los barracones, dejan las aulas sin recursos, durante semanas sin calefacción y hasta sin pagar la luz", sentenció.

La portavoz de EUPV, Marga Sanz, también le recordó los violentos incidentes que se han vivido con la Policía en las inmediaciones del instituto Lluís Vives. "Las protestas fueron contestadas con represión y violencia bajo las órdenes de la delegada del Gobierno. Fue una actitud impropia de la democracia", afirmó. La que tampoco se libró del cruce de acusaciones fue la diputada de EUPV Esther López Barceló. El vicepresidente del Consell, José Císcar, sacó a la palestra una entrevista en la que, según dijo, la parlamentaria alicantina "justificaba fusilamientos en Cuba". Císcar retiró esas palabras poco después tras la protesta airada de la bancada de Esquerra Unida.

El último incidente de la sesión de control lo vivió Fran Ferri, diputado de Compromís. El presidente de las Cortes, Juan Cotino, le cerró el micrófono antes de que terminara su turno de intervención porque había aprovechado para criticar la actuación policial en las protestas estudiantiles de Valencia. La coalición que comparten los diputados del Bloc, Iniciativa y Los Verdes dedicó también su turno a la situación de Ferrocarrils. El síndic de Compromís, Enric Morera, le preguntó a Fabra si FGV encargó un informe para "condicionar" las declaraciones de las personas que comparecieron ante la comisión de investigación y la justicia sobre el accidente del metro de Valencia y el jefe del Consell le respondió que deje de "hurgar" en esa herida.

El "enemigo" se persona en las Cortes

El presidente de la Federación Valenciana de Estudiantes, Albert Ordóñez, acudió ayer como invitado a la sesión de control de las Cortes. Ordóñez, detenido la pasada semana durante los incidentes con la Policía, fue recibido ayer en el hemiciclo con aplausos de la oposición y con gritos de "ha llegado el enemigo", en referencia a las palabras del jefe de Policía en la Comunidad. A. F.