Doce días. Este es el plazo que los farmacéuticos dan a la Generalitat para que les abone los 120 millones pendientes desde el pasado día 10 y que corresponderían a las recetas del pasado mes de diciembre. Si el 29 de febrero no se cumple con este ingreso, los boticarios volverán a la huelga, por segunda vez en poco más de dos meses.

Esta decisión fue adoptada en una multitudinaria asamblea celebrada anoche en el Colegio de Farmacéuticos Alicante. Horas antes de que se celebrara, el vicepresidente del Consell, José Císcar, se puso en contacto con los colegios profesionales de las tres provincias, que celebraban simultáneamente asambleas, para comunicarles la intención de la Generalitat de abonarles el dinero pendiente antes de que finalice febrero. Ante la promesa de Císcar, los farmacéuticos han decidido dar un margen de confianza a la Generalitat antes de ir a la huelga. Según explicó anoche el presidente de los farmacéuticos alicantinos, Jaime Carbonell, Císcar ha prometido que el día 8 de marzo, los boticarios de la Comunidad recibirían otros 120 millones correspondientes a las recetas del mes de enero. En la asamblea de ayer se acordó también que si ese día no les llega el dinero, irán a la huelga.

La Conselleria de Sanidad adeuda a los farmacéuticos de la Comunidad Valenciana 387 millones de euros, correspondientes a las recetas de los últimos tres meses y a los intereses que esta deuda ha generado. El pasado mes de octubre los boticarios pactaron un calendario de pagos con las consellerias de Hacienda y de Sanidad. Una "hoja de ruta" para solventar la deuda que se ha cumplido de manera muy irregular, lo que motivó que a mediados del pasado mes de diciembre los farmacéuticos decretaran tres días de cierre patronal y convocaran multitudinarias manifestaciones en las tres provincias. La Conselleria de Sanidad logró suspender la huelga el segundo día gracias al abono de los 60 millones comprometidos.

La situación se normalizó en los siguientes dos meses y los farmacéuticos respiraron tranquilos al pensar que con el nuevo presupuesto de 2012 los abonos se pondrían al día. Sin embargo, el enésimo incumplimiento del calendario de pagos ha puesto a los boticarios en pie de guerra. Sobre todo, tras las declaraciones del conseller de Sanidad, Luis Rosado, anunciando el pasado martes que su departamento ponía en marcha un plan para "pagar de manera inmediata la deuda a las pequeñas farmacias, que están en peor situación". Para Jaime Carbonell, "lo que el Consell tiene que hacer es pagar de inmediato a todas las farmacias, porque la situación es insostenible".

En este sentido Carbonell pidió el pasado miércoles que las competencias en materia sanitaria fueran "devueltas al Estado ante la incompetencia de la Generalitat para gestionarlas". Para el representante de los boticarios alicantinos "es inaceptable que el principal desembolso que realiza en estos momentos la Generalitat sea para pagar a los bancos". Ante esta situación, "muchas farmacias están sufriendo ya problemas de desabastecimiento de medicinas y unas cuantas se encuentran al borde del cierre".

Con la petición de que las competencias sanitarias sean devueltas al Estado, los farmacéuticos alicantinos se unen a otros colectivos sanitarios, como el Colegio de Médicos de Valencia que hizo la misma reivindicación el pasado martes.

Rosado: "Se pagará cuando haya dinero en la caja valenciana"

El conseller de Sanidad, Luis Rosado, señaló ayer que la Generalitat podrá pagar a los farmacéuticos "cuando haya dinero en la caja valenciana". En declaraciones a la cadena Ser, Rosado pidió calma al sector de los boticarios apoyándose en el pago de 120 millones que su departamento efectuó a principios de mes, "lo que supone 20.000 millones de las antiguas pesetas".

No obstante condicionó el pago de las tres mensualidades pendientes "a la liberación de las líneas ICO por parte del Gobierno central". Preguntado por una posible huelga de los farmacéuticos en los próximos días, Luis Rosado aseguró que desde la Generalitat Valenciana se decretarán las farmacias que tienen que permanecer abiertas para cumplir con los servicios mínimos. En este sentido, el conseller garantizó que "no se producirá un desabastecimiento de medicamentos" durante los días que pueda prolongarse el cierre patronal de las farmacias.