El primer pleno del nuevo periodo de sesiones de las Cortes terminó con bronca. Una más. El presidente de la Cámara, Juan Cotino, expulsó del hemiciclo a la portavoz adjunta de Compromís, Mónica Oltra, por portar una camiseta con el lema "No nos falta dinero, nos sobran chorizos". Cotino la llamó al orden en tres ocasiones y le pidió que se tapara con una chaqueta. Pero nada. La dirigente se opuso y terminó en los pasillos. Sus compañeros de coalición y el resto de grupos de la oposición -PSPV y EUPV- se solidarizaron y abandonaron el pleno de manera anticipada. Fue justo antes de que se debatiera -o eso se pretendía- una propuesta de EUPV para reprobar a Camps por su gestión económica al frente de la Generalitat y por sellar un acuerdo con el patrón de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone, para que Valencia acoja el Gran Premio de Europa hasta, al menos, 2014. La intención de la iniciativa era que se rescindiese ese acuerdo.

Cotino presentó el punto de debate, pero al comprobar que las bancadas de la oposición se encontraban vacías, la propuesta de EUPV acabó decayendo. Es decir, que ni se llegó a valorar. Ya en los pasillos, la diputada de Compromís lamentó que el presidente se sintiera "aludido" -eso apuntó el propio Juan Cotino- por el lema de su camiseta e ironizó diciendo que no sabía si fue "por la palabra dinero o por el término chorizo". Y agregó Oltra: "Supongo que la palabra chorizo hace sentirse aludida a gente del PP, razones no le faltan, pero yo no aludía a ningún partido en concreto".

El propio Cotino justificó su decisión de desalojar a la diputada de Compromís asegurando que el reglamento de las Cortes censura actitudes como la de la diputada. Los síndics de PSPV y EUPV, Jorge Alarte y Marga Sanz, respectivamente, consideraron que su expulsión se realizó, simple y llanamente, para evitar el debate de reprobación de Camps.

El expresidente, por cierto, tampoco se dejó ver ayer por las Cortes. No ocupó su escaño, tal y como se aprecia en la imagen inferior, y su asiento sirvió para que la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, dejara en él su bolso y su abrigo. La ausencia de ayer se suma ya a la larga lista que acumula el exjefe del Consell desde que fue procesado por los trajes de Gürtel por un delito de cohecho pasivo impropio. Eso fue poco después de que el PP revalidara el pasado 22 de mayo, de nuevo, su mayoría absoluta en la Comunidad. La imputación de Camps le forzó a renunciar a la presidencia, pero no al escaño. Sin embargo, su presencia en las Cortes Valencianas ha sido prácticamente testimonial desde entonces. De hecho, su última aparición data ya de hace seis meses y 21 días. Concretamente, del 26 de julio de 2011, cuando fue investido presidente su sucesor, Alberto Fabra.

Camps entró a formar parte del Consell Jurídic Consultiu (del que cobra ahora) y centró todos sus esfuerzos en preparar la defensa de su juicio. Ahora, tras ser absuelto, se esperaba su presencia en la apertura del curso político en el hemiciclo. Pero no acudió. El que sí lo hizo, por el contrario, fue Ricardo Costa, también absuelto en el mismo proceso. Costa ocupó su asiento en la segunda fila del grupo popular y fijó la postura del PP respecto a una proposición no de ley que presentó el PSPV.

El reglamento de las Cortes, al que hizo referencia el propio Juan Cotino cuando desalojó a Mónica Oltra, también prevé sanciones para los diputados que se ausenten de manera "reiterada" y "sin justificación" de las sesiones de la Cámara. Y es que Camps, como el resto de parlamentarios, "tienen el deber de asistir a todas las sesiones del Pleno de Les Corts y de las comisiones de las que formen parte, así como desempeñar las funciones a que reglamentariamente vengan obligados", según reza el Artículo 18 de la normativa