La provincia de Alicante soportó el curso pasado un volumen de bajas docentes que ronda el 10%, lejos del 27% apuntado por la consellera de Educación en este mismo diario y por cuya cuantía plantea una vigilancia más estrecha por parte de la inspección médica de la conselleria a partir de ahora.

Un informe pormenorizado de la federación provincial de padres, "Gabriel Miró", revela que se pusieron de baja en la provincia 2.549 de entre el total de 20.000 docentes en colegios e institutos públicos.

La comarca de l'Alacantí, con 611 bajas, seguida de la Vega Baja con 577 y del Baix Vinalopó con 400 concentran el mayor volumen de absentismo entre los profesores.

También es ligeramente superior el nivel de ausencias a clase por bajas entre los profesores de Secundaria, el 15,40%, que de maestros en Primaria, un 11,19%; aunque por materias se sitúen muy cerca en número las bajas de docentes que imparten el Bachillerato Científico y Tecnológico, con 411 de las más de 2.500 ausencias, y la especialidad de Primaria, con 381 de estas bajas el curso pasado, seguidos también de cerca por las de los maestros de Infantil, con 332.

En cualquier caso, ni padres ni profesores -que calculan una media del 5% de bajas en la provincia con picos del 10% de diciembre a febrero como consecuencia de la gripe- coinciden en sus parámetros con el volumen de bajas determinado por Educación, aunque ambos colectivos animan a la dirigente del departamento, María José Catalá, a que se lleven a cabo cuantos controles sean precisos para evitar posibles picarescas . No obstante, mientras los docentes las minimizan, los padres dejan entrever que se persigan.

Entre el profesorado, sacar a la luz las bajas docentes en el marco del discurso sobre la calidad educativa es considerado como una "provocación", un "nuevo ataque a los docentes" y la intención de "ensuciar nuestra imagen ante la opinión pública", por eso demandan a Educación que haga públicos sus informes en las mesas de negociación.

El malestar de los docentes les llevó ayer a aprobar en Junta de Personal una resolución conjunta por la que se niegan a debatir con los responsables educativos los ajustes en las plantillas de Infantil y Primaria sugeridos por la consellera, así como la ampliación del horario lectivo de los profesores de Secundaria de las actuales 18 horas a 21 horas.

La propia Catalá insistió en que "es a los sindicatos a quienes corresponde negociar la plantilla del curso que viene" porque "no podemos crecer en el capítulo 1 de personal" pese al aumento del número de alumnos que ya baraja la Administración, especialmente en Bachillerato y Formación Profesional a consecuencia de la crisis y el paro juvenil. Los delegados sindicales sostienen que Educación ha iniciado una "campaña de desprestigio" y han optado por romper la baraja.