El control sobre las bajas laborales del profesorado no universitario valenciano será más estricto de lo que ya es. La Conselleria de Educación se propone "modificar la gestión" de la supervisión del absentismo docente, según informaron ayer desde los servicios de Personal que trabajan en la reforma.

"Vigilaremos las reincidencias con mas atención" de como se venía haciendo y "se sustituirán los controles a posteriori para realizarlos a priori y de manera más exhaustiva" indicaron estas fuentes oficiales de la conselleria.

Así, cuando un profesor tenga una enfermedad que le vaya a apartar más de quince días del puesto, solo en algunos casos, "se podrá someter a una revisión por nuestras unidades médicas específicas antes de concederle la licencia y se comprobará que el parte esté correctamente expedido por el médico, incluyendo la duración estimada de la baja", precisaron.

Especialmente, se perseguirán aquellos casos en los que el docente antes de vacaciones recibe el alta mientras que después de este periodo de descanso vuelve a coger la licencia. Según este portavoz de la conselleria "no es posible que en agosto tengamos solo 500 profesores enfermos y, a 1 de septiembre cuando comienza el curso, automáticamente, se pongan 2.000 de baja".

Este paquete de medidas, en un momento de recortes y en los que la Generalitat no tiene fondos para cumplir sus pagos, es complementaria al reciente decreto ley del Consell, del 5 de enero, que penaliza las bajas del personal docente ya que contempla que no se complementarán al 100 por ciento las retribuciones de las personas acogidas al Régimen General de la Seguridad Social a partir del día 15 de ausencia laboral por enfermedad.

Siempre según los datos facilitados por Educación, el coste de las bajas docentes superan los 63 millones de euros en contratar a profesores sustitutos, cantidad que "equivale a 1.570 docentes más trabajando todo el año: uno más por cada centro escolar de la Comunidad Valenciana" aseguraron.

No obstante, responsables de institutos y de sindicatos docentes mostraron ayer su disconformidad con el dato facilitado por la misma conselleria.

Según este departamento, más de 15.000 profesores no universitarios, el 27,2% de una plantilla de 52.000 más otros cinco mil interinos, han cogido una baja de más de tres días a lo largo de todo el año 2011.

Preguntado un portavoz de Personal por esta cifra, que adelantó el domingo este diario, insistió en que el dato es correcto y que son 276 profesores de cada mil -en Madrid están en el 20%- y que en 2010 fue muy similar. Además, añadieron que aun es más elevado porque en la información del fin de semana el cómputo va de enero a noviembre y faltaba diciembre, que lo eleva un punto más explicaron estas fuentes oficiales de la conselleria.

Asimismo, comentó que estos informes forman parte de la memoria anual de la conselleria que cada año entrega a los sindicatos.

Por su parte, las organizaciones docentes calificaron este dato de "disparate" e imposible y aseguraron que la media de bajas no supera el 5%. Mientras, otras fuentes indicaban que es posible que la conselleria haya equiparado cada día de baja con persona.

FETE, en concreto, lamentó la imagen que del profesorado ofrece la conselleria en vez de destacar "el excelente servicio público de calidad" que presta.

Para la conselleria, "se trata del índice de absentismo por baja laboral más alto de la Administración valenciana porque se multiplica por siete el límite que consideran excesivo".

"Todos debemos esforzarnos y ser más eficientes"

La consellera de Educación, Formación y Empleo María José Catalá, aseguró a este diario, ante el coste de las bajas docentes en la Comunidad Valenciana, que tanto la Administración educativa como los profesores deben hacer "todo lo que puedan para ser más eficientes".

Preguntada por ¿cómo se abordarán la atención a la diversidad por la calidad educativa y el fracaso escolar sin contratar a más profesores, contestó: "Podríamos contratar a 1.570 profesores más porque el nivel de bajas cuesta a la Administración un dinero importante: Un 27,5 % y 60 millones de euros".

De esta forma, añadió que "cuando hablo de ser eficientes no me refiero solo a que los docentes hagan todo lo que puedan, sino la Administración también.

No obstante, la consellera de Educación matizó que "igual se interpreta que hablo mal de la docencia pero no es eso. Digo que tenemos que hacer un esfuerzo y controlar al máximo". De hecho, el nuevo control del absentismo forma parte de una paquete mayor de medidas.

V. B./M. d.alicante/valencia