Un loro que vivía sano y feliz junto a su propietario ya no ha vuelto a dar señales de su alegría. Una agresión al animal provocada por un vecino del edificio que, presuntamente, le roció con un ácido acabó con su vitalidad y le dejó ciego de un ojo, sordo y con estrés postraumático, según el informe emitido por el veterinario que lo ha tratado. Estos hechos, que parecen construir la entradilla de un chiste, están siendo investigados por un juez de Alicante y podrían costarle al presunto autor de los hechos, imputado por maltrato animal, hasta un año de cárcel.

Una reforma del Código Penal se propuso que el maltrato a los animales no quedara impune, y menos, cuando los daños a la mascota son graves y producen la pérdida de los sentidos. Aunque en este caso aún no existe una acusación de la Fiscalía, el juez se ha tomado en serio esclarecer si detrás de estos hechos existe un maltrato al animal.

Los hechos ocurrieron el pasado mes de agosto en una vivienda del centro de Alicante, cuando según la denuncia presentada por el propietario del loro, un vecino le roció con algún tipo de ácido, lo que le provocó varias lesiones graves, entre ellas una sordera y la pérdida de visión. Además, el animal está desde entonces asustado y es difícil acercarse a él, lo que ha sido considerado como un estrés postraumático derivado de estos hechos, según el informe veterinario aportado a la causa.

En el expediente figuran también varias fotografías del animal donde se pueden apreciar varias calvas entre las plumas, lesiones que habrá que estudiar si son compatibles con algún ácido o sustancia abrasiva supuestamente utilizada en la agresión al pájaro. Según ha podido saber este diario a través de fuentes cercanas a la investigación, el presunto maltratador del animal es vecino del propietario del loro, y se había quejado en reiteradas ocasiones del "escándalo" que provocaba el ave que al parecer, le despertaba por las mañanas. El pasado agosto, el dueño denunció la agresión al loro y llevó los hechos hasta los tribunales.

Un juzgado ha abierto diligencias, tomado declaración al denunciante e imputado al vecino que presuntamente causó las lesiones a la mascota por un presunto maltrato animal, un delito penado por el Código Penal con penas de hasta un año de prisión.