Han esperado veinte años pero ayer los daban por bien empleados, tanto alumnos como profesores de la Escuela de Adultos Paulo Freire, en su visita a las nuevas instalaciones del antiguo colegio Franciscanas a donde se trasladarán antes de las próximas vacaciones de Semana Santa.

"En cuanto nos den la llave, nos bajamos. Solo falta que oficialmente ceda el inmueble Patrimonio, pero es la propia alcaldesa Sonia Castedo la que ha favorecido que sea así". La directora del centro, Maribel Rosado, a punto de jubilarse, no podía creer que, al menos, se irá dejando un nuevo centro a la escuela, frente a las "lamentables instalaciones y condiciones en las que estudian hasta 700 personas adultas".

Casualmente ha sido la crisis económica la que ha favorecido que se trasladen a este centro, frente a las intenciones de que se erigiera uno nuevo en Babel "donde habríamos chocado con el otro centro de adultos, dejando el centro de la ciudad sin este servicio", explica la directora.

El concejal de Educación, tras informar en el Consejo Escolar de esta cesión -tres plantas con capacidad para 12 a 15 aulas, además del salón de actos del edificio contiguo y la biblioteca del bajo con 50 puestos para el vecindario también-, visitó con el profesorado el nuevo edificio "al que faltan dos tabiques para ocuparlo", dijo. La EPA Paulo Freire data de 1975.