¿Emigró porque no tenía trabajo?

Sí tenía. Yo llevaba 7 años en una empresa, pero me di cuenta de que en España el trabajo que teníamos la gente de mi generación era un cachondeo. Yo hacía un trabajo de ingeniero y me pagaban como cualquier cosa menos como a un ingeniero. Me puse a tantear el mercado y vi que lo que ofrecían era una basura, con contratos de 1.000 ó 1.200 euros, y eso con suerte. Nos acostumbramos a creer que eso es lo que hay, pero yo pensé que para eso no valía la pena estudiar una carrera y tener tanta responsabilidad en el trabajo.

Y decidió marcharse nada menos que a Australia...

Yo quería hacer algo que tuviera que ver con mi profesión. Miré qué posibilidades había en Alemania, EE UU, Canadá y Australia y esta última es la que daba más facilidades. Es un país joven y enorme y sólo hay 21 millones de personas. Hay poca gente y muchas profesiones están muy demandadas. Es un país de inmigrantes acostumbrado a recibir gente y además aquí no hay muchos licenciados. Falta mano de obra cualificada, ingenieros, arquitectos, médicos, enfermeros...

¿Encontró trabajo en lo suyo?

Yo vine y no me equivoqué. Aquí hay que hablar inglés bien, no un inglés chapucero, y eso me ha costado un poco. Yo hablaba inglés pero hay que hablarlo tan bien como lo hablan ellos y eso me costó seis meses durante los cuales estuve trabajando en diversos sitios como una empresa de cátering. Luego logré establecerme y ahora he encontrado un trabajo haciendo lo mismo que en España. Yo hacía proyectos en obras hidráulicas y aquí hago lo mismo y gano 3 veces más de lo que ganaba en España.

Parece el paraíso...

Bueno, gano tres veces más que en España pero también el nivel de vida es más caro. Aquí yo vivo en una ciudad comparable con Alicante y pago 800 dólares y somos 3 personas. Son 2.400 dólares al mes, pero la vivienda es lo más caro. La gasolina, comida y todo eso es comparable a lo que cuesta la vida en Madrid. Es más caro que Alicante, pero yo creo que compensa.

Los inicios ahí ¿fueron muy duros?

Yo me vine solo y no conocía a nadie. Empecé en Melbourne y allí encontré gente de todo tipo y de todos los lugares. Al principio me junté con personas de Europa y es que, aunque parezca que no, los europeos nos parecemos bastante entre nosotros, más que los asiáticos o los americanos, y si encuentras a un español es como si fuese tu hermano. También te haces amigos de trabajo.

¿Es muy diferente la forma de vida?

Aquí por ejemplo a un camarero se le paga a 25 dólares la hora. Además existe la cultura de hora que se hace, hora que se paga. Eso es estricto. Aquí señalas lo que has hecho y se paga por cada hora, además, cuando la gente acaba su horario, se marcha a casa o a la calle. Yo por ejemplo estoy en Brisbane, que tiene buen clima y se aprovecha mucho el tiempo libre. Acabamos de trabajar a las cinco. El gobierno insiste mucho en fomentar la vida familiar y que la gente al acabar de trabajar se vaya con su familia. No está bien visto quedarte en la oficina. A las cinco da igual lo que hagas, lo que uno debe hacer es irse a casa.

¿Echa de menos España?

Yo como en España, en cuanto a amigos, cultura y familia, no estoy en ningún sitio pero, dado lo que está pasando últimamente en el tema laboral, y cómo nos están tratando, no me planteo volver, al menos de smomento. Gano bastante y me da para vivir bien. Además, si ahorras no te lo puedes llevar a España porque luego los bancos no te dan nada. Aquí me dan un 6% por el dinero en el banco a seis meses. Tengo la experiencia de haber trabajado en España y animo a la gente a intentarlo si no tiene trabajo porque aquí se vive mejor.

Usted ha abierto un blog en español sobre sus experiencias allí. ¿Para qué?

Antes de venirme a Australia, leí mucho sobre el país y eso me sirvió, por lo que pensé en hacer lo mismo contando mis experiencias en un blog. Creo que puede resultar útil dar un punto de vista de lo que hay aquí. Cuento las cosas que me pasan y luego he visto que a la gente de España le gusta, y si a alguien le sirve, estupendo.