"Mucho Alicante para la ejecutiva". Esa era la propuesta que, pasada la medianoche, el secretario general del PSPV, Jorge Alarte, tenía en su agenda para trasladar a Alfredo Pérez Rubalcaba en un encuentro que, en principio, estaba previsto que se produjera bien entrada la madrugada. El nombre de Alejandro Soler, exalcalde de Elche y portavoz socialista en la Diputación, se sumó anoche al de Ángel Luna como las opciones más sólidas para entrar en el nuevo núcleo directivo que liderará Alfredo Pérez Rubalcaba. Pero lo cierto, sin embargo, es que, al cierre de la edición, nada estaba cerrado. Ni siquiera hablado. Alarte esperaba que Rubalcaba le pusiera en la mesa un perfil para, sobre esa opción, acabar planteando una propuesta definitiva.

El hecho de que Luna se mostrara reacio a entrar en la ejecutiva federal alimentó durante la jornada las posibilidades de Alejandro Soler, al que a última hora se situaba como la opción más probable. También figuraba en todas las quinielas el nombre de la valenciana Inmaculada Rodríguez-Piñero, aunque en este caso como una propuesta directa de Alfredo Pérez Rubalcaba, que tiene gran confianza en la valía de Piñero como especialista en Economía, puesto que ya ocupa en el grupo parlamentario socialista. Perdía enteros, sin embargo, la posibilidad de que Alarte acabara sugiriendo el nombre del lermista Ximo Puig como miembro de la dirección federal del PSOE para intentar atraerse su apoyo de cara al cónclave de los socialistas valencianos. Puig, tras la derrota de Chacón, no veía con buenos ojos la maniobra. Alarte reuniría a la delegación para que todos aprobaran la propuesta.