Están preparadas para acoger a sus primeros pacientes, pero permanecen a oscuras y vacías. El Hospital para enfermos crónicos y larga estancia de San Vicente del Raspeig mantiene cerrada una parte de la tercera planta, destinada a pacientes con daño cerebral. En total son 16 habitaciones para una veintena de enfermos que fueron arregladas hace año y medio, cuando se reformó el hospital, pero que nunca se han llegado a poner en funcionamiento, según denuncia el sindicato CC OO en el departamento.

Mientras estas camas permanecen sin utilizar, el centro sanitario, el segundo de estas características que hay en la provincia de Alicante, sufre un importante déficit de unidades de ingreso que está obligando a dar el alta a pacientes en estado terminal y cuyas familias se sienten incapaces de poder atenderles en su domicilio a falta de una plaza pública en residencias.

El déficit de personal, en opinión de CC OO, es lo que impide poner definitivamente en marcha la unidad, ya que como ha podido comprobar este periódico, las habitaciones están totalmente equipadas y preparadas para el ingreso de los enfermos.

El Hospital de San Vicente cuenta con 140 camas, a falta de abrir las de la Unidad de Daño Cerebral. Éstas se distribuyen entre larga estancia, convalecencia y paliativos. Las que se mantienen cerradas están dirigidas a pacientes que han sufrido un accidente cerebral con importantes secuelas físicas, por lo que necesitan de un apoyo multidisciplinar (neurólogos, fisioterapeutas, psicólogos...) para poder ir recuperando las capacidades perdidas. Por otro lado, su apertura contribuiría a descongestionar unidades de Neurología como la del Hospital General de Alicante, que se encuentran al máximo de su capacidad.

Cinco años de retraso

Sanidad autorizó en 2007 la creación de esta unidad, de referencia para toda la provincia de Alicante. Desde el sindicato CC OO critican la lentitud con la que está actuando en este terreno la Conselleria de Sanidad. "Causa verdadera indignación comprobar que han transcurrido cinco años desde que se aprobara la creación de esta unidad y que en la actualidad siga cerrada y paralizada por la necesidad de realizar las contrataciones del personal necesario para su puesta en funcionamiento", señala Salvador Roig, responsable de Comunicación del sindicato. Para Roig, el retraso en su apertura "tiene una relación directa con los recortes que está realizando la Conselleria de Sanidad". Por tanto, CC OO exige que, "de forma inmediata, se habiliten los recursos necesarios para su apertura" y anuncia la presentación de una queja al Síndic de Greuges y al Consejo de Salud del departamento

Por otro lado, el Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana expresó ayer su rechazo a cualquier medida "que suponga una discriminación del colectivo enfermero con respecto al de médicos a la hora de paliar las consecuencias en sus sueldos de los recortes económicos producidos por el Decreto Ley 1/2012". A raíz de la noticia publicada ayer en INFORMACIÓN sobre que Sanidad quiere incentivar a los médicos que más contribuyan a ahorrar, el Cecova entiende que "se estaría pagando por hacer algo que es lo que se debe hacer de forma obligatoria y pagar por lo que se tiene que hacer es dar otra vuelta más a la mala gestión y demuestra no haber aprendido la lección de lo que nos ha llevado a esta situación", manifestó el presidente del Cecova, José Antonio Ávila.

"Mi madre lleva sonda y pesa 110 kilos, no me puedo ocupar de ella"

La madre de Carmen A. sufrió el pasado mes de noviembre un derrame cerebral que la ha dejado en coma. Pese a que sólo le daban dos días de vida, logró sobrevivir y el 18 de noviembre ingresó en la unidad de enfermos paliativos del Hospital de San Vicente donde permanece ingresada.

Desde entonces, aunque en estado terminal, su situación se ha estabilizado. Cuál fue la sorpresa de su hija cuando hace unos días los médicos le comunicaron que, ante esta estabilidad en la situación de su madre y la falta de camas del centro, debían darle el alta.

Desde ese día Carmen A. sufre una doble angustia, la de ver a su madre enferma y la de no saber cómo atenderla. "Ella pesa 110 kilos por lo que es imposible moverla, lleva sonda para alimentarse y su estado es totalmente vegetativo". Carmen A. se siente incapaz de atenderla en su casa. "Me dijeron que no puede estar en la unidad de paliativos porque se ha estabilizado. Yo les contesté que la enviaran a la zona de larga estancia, pero me dijeron que tampoco tenían camas". La única opción que le han dado a esta vecina de la Playa de San Juan "es que lleve a mi madre a una residencia, pagando, mientras se tramita una plaza pública, un proceso que ya me han dicho que será lentísimo". Sin embargo, Carmen A. asegura que no puede hacer frente "más allá de dos meses" a los 1.500 euros que le piden por ingresar a su madre en una residencia privada.