El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) inició ayer, con la demolición del antiguo tinglado de la estación de Alicante que albergó los talleres de automoción de la firma Aurgi. La adecuación de la futura zona de salida y llegada de los pasajeros del AVE entre Alicante y Madrid. El derribo del tinglado que tiene menos valor arquitectónico, pactado la semana pasada por la alcaldesa, Sonia Castedo, con el Ministerio de Fomento, dejará libre el espacio para la construcción de la zona de embarque de los pasajeros que viajen a Madrid en los trenes de Alta Velocidad.

Un lugar, junto a la calle Bono Guarner, donde está previsto que se ubique la zona de los taxis, autocares, vehículos de alquiler, área para el abastecimiento de los trenes, así como las infraestructura de conexión de los nuevos andenes con el edificio de viajeros de la estación actual. La demolición del tinglado forma parte del proyecto global de la entrada del tren, valorado en 56 millones de euros y que se espera esté culminado el próximo diciembre, fecha prevista para que la Alta Velocidad sea una realidad en la capital de la provincia.

La alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, cerró la semana pasada el acuerdo con el director de la línea de Alta Velocidad Madrid-Levante que construye el Adif, Santiago Cobo, y el director general de Avant, Javier Martínez-Barco, para salvar uno de los viejos tinglados de la estación de Alicante, que estaban condenados a la demolición con el proyecto original para la entrada del tren de Alta Velocidad. Tras estudiar varias opciones se optó por la que, en principio, no debe retrasar la inauguración de la línea , que consiste en el derribo del tinglado donde estuvo la empresa Aurgi y respetar el más cercano al edificio de la estación, que tiene, además, un mayor valor arquitectónico.

Solución salomónica

El contencioso abierto en octubre de 2011 entre el Ayuntamiento y el Ministerio de Fomento por los tinglados de la estación se cerró con una solución salomónica y el tinglado más cercano al edificio de la estación se integrará en la misma, aunque todavía no se sabe cómo.

El tramo de la segunda fase del proyecto de entrada del AVE en Alicante se encuentra delimitado en un extremo por túnel construido hace cuatro años, y en el otro extremo, por la propia estación.

Los trabajos consisten en la construcción de la plataforma ferroviaria, que incluye movimientos de tierras, obras de drenaje, estructuras, túneles, reposición de servicios y servidumbres afectados y la construcción de conexiones transversales que aseguran la permeabilidad viaria. También se ejecuta la superestructura, que incluye la vía y todos sus elementos asociados, además de los andenes. La actuación se desarrolla sin que se haya interrumpido el tráfico ferroviario convencional.

El tramo tiene una longitud total de 1.020 metros, de los que 370 metros serán soterrados. La longitud conjunta de este tramo y de los dos anteriores (La Alcoraya-Alicante y los accesos a Alicante de fase I) representará el 70% de toda la actuación subterránea en el acceso a la estación de Alicante. En el canal de acceso soterrado se considera el montaje de tres vías, dos de ancho internacional y una mixta.

Los siguientes 650 metros se ejecutan en superficie. En esta zona se montarán las tres vías salientes del canal de acceso, que se ramifican en una playa de seis vías (4 de ancho internacional y las 2 restantes de ancho ibérico), y tres andenes que se ubicarán en el lado norte de la estación actual. Las vías de ancho internacional servirán para la llegada del AVE y las vías de ancho ibérico, para los servicios actuales de Cercanías, media y larga distancia.