La diputada de Compromís Mireia Mollà se ha sentado hoy en el banquillo de los acusados por haber relacionado a Enrique Ortiz -imputado en Brugal e implicado en la pieza de Gürtel sobre la supuesta financiación irregular del PP- con varios casos de corrupción. La fiscal, finalmente, no ha apoyado la demanda de Ortiz, quien cifra su honor en 150.000 euros aunque podría rebajar la cantidad, según han informado a este diario fuentes de Compromís.

Mientras la defensa del constructor sostenía que la parlamentaria le definió como el empresario "más corrupto de España", los abogados de Mollá -la también diputada autonómica Mónica Oltra y el parlamentario socialista en el Congreso Gabriel Echávarri- aseguran que le bautizó como el "más impregnado de corrupción".

En la puerta de los juzgados este mediodía se han concentrado medio centenar de miembros de Compromís denunciando este juicio contra su compañera. "Ortiz no podrá amedrentar ni a mí ni a mi formación política con este tipo de denuncias", ha asegurado Mollà a su llegada al juzgado. "No es el momento de hacer declaraciones", señalaba Ortiz cuando entraba por la puerta de los juzgados, despejando las dudas sobre su posible aparición en esta vista.

Según comentan fuentes de Compromís, la estrategia de Mónica Oltra, abogada defensora de Mireia Mollà, se ha basado en mostrar una serie de recortes de periódicos con titulares en los que se relaciona a Ortiz con casos de corrupción. "Si no denunció a todos estos medios por qué lo ha hecho con Mireia". Oltra, cuando ha interrogado a Ortiz, le ha mostrado noticias que lo relacionaban con casos de corrupción y le ha preguntado si es verdad lo que dicen esas informaciones. Él ha dicho que no. Entonces le ha vuelto a preguntar si pidió alguna rectificación. Ortiz le ha vuelto a contestar que no.

Oltra también ha pretendido aclarar una serie de "malentendidos", según Compromís, sobre lo que dijo Mireia que tanto ha ofendido al constructor: "Él dijo que Mollà le señaló como el más corrupto del país y ella se refería al País Valencià", han subrayado a este diario desde el partido.

El constructor ha señalado que este tipo de comentarios (el de Mireia Mollà) desgasta y "hace que los clientes pierdan la confianza en nosotros". Ortiz ha resaltado que "no es lo mismo que le critiquen medios que una diputada", después de que Mónica Oltra enseñara los recortes de prensa.

Según fuentes de Compromís, Ortiz ha afirmado ante el magistrado que cuando se resuelvan los casos en los que está imputado y se vea que es inocente tomará medidas contra la Prensa.

Mireia Mollà ha subrayado ante el juez que lo que realmente dijo era que Ortiz formaba parte de casos de corrupción y sostuvo que su obligación era llevar información a la Fiscalía. La acusada ha señalado que ella habló de Ortiz como un denominador común en los recientes casos de corrupción y ha dejado claro que no pretende "dañar el honor de nadie, sólo trasladar e informar de hechos".

La defensa del constructor ha afirmado que es la justicia la que debe decretar si alguien es corrupto o no. Oltra les ha replicado sosteniendo que parece que se quiera matar al mensajero y apuntó que "si pones en Google Ortiz y corrupción aparecen 389.000 resultados". Este ejercicio práctico lo ha completado solicitando que los interesados pongan también en el buscador de Internet "Pocero Corrupción" o "Julián Muñoz Corrupción", "y comprobarán que les salen muchas menos entradas", recalcó la diputada de Compromís.

La fiscal no ha apoyado la demanda de Ortiz y ha pedido archivar la causa argumentando que un año antes de las declaraciones que se juzgan en todos los titulares se decía que estaba siendo investigado por casos de corrupción. Ortiz ha pedido 150.000 euros por los presuntos daños a su honor, si bien podría rebajar la cifra. La vista oral ha quedado lista para sentencia, que podría conocerse en un par de semanas.