El PSPV acudirá al congreso federal, cónclave que arrancará en Sevilla el próximo jueves, con menos músculo que en otras ocasiones y, además, con una mayor división interna. Con el pulso entre Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón por el control de Ferraz como trasfondo, el socialismo valenciano se presenta en la convocatoria como la cuarta federación, superada por Andalucía, Cataluña y Madrid. Pasaron los tiempos en los que el PSPV era la poderosa segunda organización territorial. Pero, sobre todo, con un nivel de atomización nunca visto hasta ahora, en un ensayo general de la batalla que se abre a continuación para el control del PSPV.

Alarte, en una decisión inédita, ha evitado convocar a los 87 delegados para intentar aunar fuerzas. Quiere evitar, de esa manera, evidenciar su minoría en el PSPV. Así las cosas, con el nuevo sistema de organizaciones provinciales, los socialistas de la Comunidad tendrán seis portavoces en Sevilla, dos por Alicante -Ángel Luna y Ana Barceló, persona de confianza de Leire Pajín-; tres por Valencia -el propio Alarte, Francesc Romeu y el lermista José Manue Orengo-; y uno por Castellón, el alcalde de Morella, Ximo Puig. Hoy estará Carme Chacón en Valencia.

Un equipo monocolor para las ponencias

Jorge Alarte ha diseñado un equipo monocolor para elaborar las ponencias que se debatirán en el congreso de los socialistas valencianos, a celebrar en marzo en Alicante. Elena Martín dirigirá el comité organizador. La ponencia marco la redactarán Alejandro Soler, Óscar Tena, Joan Calabuig, Cristina Moreno, José Mayans, Ángel Luna y Julián López Milla, un grupo al 90% alartista con la única incorporación de Calabuig. Para la ponencia de Estatutos, Alarte ha designado José Luis Ábalos, Pedro Sánchez y Clara Tirado. La decisión se tomó en una reunión de la comisión ejecutiva del PSPV con una asistencia, como es habitual en los últimos tiempos, bastante reducida. P. r. f.