Las obras del nuevo colegio San Roque que se construye el Casco Antiguo de la ciudad se encuentran "ralentizadas y en proceso de paralización" como consecuencia de los impagos a la empresa encargada de ejecutar los trabajos, a la que la Generalitat debe cerca de un millón de euros. Una situación que ha obligado a retrasar por tercera vez el final de las obras hasta el próximo mes de junio, un año después del plazo inicialmente previsto. Y eso si se abonan las facturas pendientes a la mercantil, que advierte de que no podrá seguir con los trabajos si no cobra lo que se le adeuda.

Aunque la adjudicación de las obras la efectuó el Consistorio, están financiadas por la Generalitat a través del llamado Plan Confianza. De ahí que la mercantil se haya dirigido a ambas administraciones para recordarles que no ha cobrado ni una sola de las facturas y certificaciones del año 2011, que ascienden a 981.346 euros. Se trata de dos terceras partes de lo que la mercantil adjudicataria -Ortiz Construcciones y Proyectos- tendría que haber ingresado desde que las obras arrancaron a finales de agosto de 2010. Es decir, que únicamente ha recibido en torno a 500.000 euros correspondientes a 2010.

Una situación ante la que la mercantil avisa en su escrito -fechado el 28 de diciembre, pero con fecha de entrada en el Ayuntamiento del 5 de enero- de que si "en el plazo improrrogable de un mes" no se le paga "no podrá continuar con los trabajos". Desde la Concejalía de Vivienda, que dirige la alcaldesa Sonia Castedo, recuerdan que es la Generalitat la que debe hacer frente a las facturas y aseveran que el Ayuntamiento ya ha iniciado las gestiones con la Conselleria de Educación para reclamarle que acelere el pago a la mercantil.

En estos momentos, la obra "se encuentra ralentizada y en proceso de paralización hasta que se proceda al abono de las cantidades" pendientes. Ese es el principal motivo esgrimido por la empresa para solicitar un aplazamiento de la fecha de finalización de las obras al 30 de junio de 2012, que ayer le fue concedido por acuerdo de la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Alicante. Se trata de la tercera prórroga que se concede y supone que los alumnos del actual colegio que ahora se reparte en dos anticuados edificios del Casco Antiguo no podrán desplazarse a las nuevas instalaciones el próximo curso.

Aunque estas dependencias educativas vienen prometiéndose desde el año 2002, las obras no se adjudicaron hasta junio de 2010 por 2,8 millones de euros a financiar por la Generalitat y arrancaron oficialmente en agosto de ese año. El plazo inicial para terminarlas era de un año, con lo que los alumnos deberían haber comenzado el curso 2011-2012 en las nuevas instalaciones. Sin embargo, el hallazgo de unos restos arqueológicos de gran valor obligó a modificar el proyecto y a aplazar su finalización. La última ampliación del plazo de ejecución fijaba el 31 de enero de 2012 como fecha límite para que estuvieran terminadas las obras. Sin embargo, ahora la mercantil cuenta con cinco meses más de margen para concluir los trabajos.

Ante esta situación, desde Esquerra Unida, Miguel Ángel Pavón teme que este centro no pueda abrir sus puertas el próximo curso y exige a Ayuntamiento y Consell que aceleren el pago.