Armarios vetustos cerrados con candado, televisores y hasta cajas con los restos de tóners y otros residuos de la informática son una estampa habitual en pasillos del edificio del Palacio de Justicia que son de uso público para todo el mundo. El laberinto de galerías de la antigua prisión de José Antonio puede ofrecer numerosas sorpresas, derivada de las faltas de espacio en el edificio para poder albergar todo el material con el que trabajan.