Se marcha atacando. El decano del Colegio de Abogados de Alicante, Mariano Caballero, que hoy cede el testigo del cargo a Fernando Candela se despide criticando las reformas planteadas por el nuevo ministro de Justicia.

Ni copago en la Justicia, ni cadena perpetua revisable, ni dejar que los jueces elijan al Consejo General del Poder Judicial. Las reformas planteadas por el nuevo ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón,son medidas demagógicas y populistas para el decano de los abogados de Alicante. A tenor de sus afirmaciones, su discurso de despedida en el acto que se celebra hoy puede ser polémico.

¿Qué opina del copago en la Justicia?

Es una medida que no sirve para nada, puesto que ni va a reducir el número de recursos, al tiempo que debilita los derechos de los ciudadanos. No creo que estas tasas vayan a disuadir a nadie como dice que se pretende.

¿Y en cuanto a la cadena perpetua revisable?

Me parece una verdadera salvajada. Es pretender legislar a base de titulares llamativos. Sin embargo, no es lo que más me preocupa. Pone los pelos de punta los nuevos sistemas para la elección de los miembros del Consejo General del Poder Judicial.

¿Cuál es la objeción que tiene a esa medida?

Creo que es preocupante que se pretenda dejar el Consejo General del Poder Judicial en manos de los jueces. Se supone que es un órgano en el que debemos estar representados todos los que estamos implicados en la Justicia. Dejar que sean los jueces los que elijan a los miembros del Consejo supone que todos los que nombre serán también magistrados. Hay que recordar que en este país, la mayoría de los jueces son de ideología conservadora, por lo que cabe preguntarse si esto no es un intento por asegurarse el control real del Consejo.

Su sucesor en el cargo ya se ha pronunciado sobre la propuesta de Gallardón de que el mes de agosto sea hábil para los juzgados, ¿qué piensa usted de esta medida?

Me parece que el ministro buscaba un titular gratuito y demagógico. El mes de agosto es hábil judicialmente en materia penal y laboral. Me parece anecdóctico hablar de que el problema sean veinte días de descanso, cuando estamos hablando de causas que acumulan retrasos de años. El problema a lo mejor está en que en la práctica los juzgados están paralizados durante los tres meses de verano.