La "no culpabilidad" de Francisco Camps en la causa de los trajes ha levantado preocupación en el PP y muchas dudas, aunque en Génova se da por hecho que el expresident de la Generalitat pedirá volver a la primera línea y de que el PP de la Comunitat Valenciana vivirá a partir de ahora "tiempos convulsos".

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, decidirá el camino que siga Camps, aunque varias fuentes de la cúpula del PP consultadas por Efe apuntan tres destinos: senador por designación del Parlamento autonómico, un cargo de importancia en Génova o una Embajada. La de la Santa Sede es la que más nombran las fuentes.

Se da por hecho que Camps, superado su "calvario" y "envalentonado" por su inocencia, querrá regresar a la primera línea y que así se lo pedirá a Rajoy de modo inminente, sin esperar un tiempo, sin tomarse un descanso.

A las fuentes del PP les gustaría -consideran que es la decisión "más sensata"- que el expresidente se dé "un par de años sabáticos" antes de que Rajoy decida qué funciones entregarle.

Pero no lo ven probable, pues, explica un mandatario a condición de no revelar su nombre, "Camps piensa que es una víctima a la que le han robado el honor", así que no esperará "ni un día" a impulsar su regreso al primer escalón de la política.

¿Intentará ser de nuevo presidente de la Generalitat? Las fuentes contestan que no, pero también que como líder "en la sombra" de la organización en la Comunidad Valenciana fiscalizará todo lo que pueda la labor de su sucesor, Alberto Fabra.

Las dudas que genera Camps por su futuro son tantas como las que las fuentes sienten sobre el actual presidente de la Generalitat.

"Fabra deberá ahora estar muy atento a cómo gestiona la herencia que ha recibido; estará más maniatado", afirma un dirigente también bajo anonimato, al tiempo que pronostica "una lucha callada entre 'campsistas' y 'fabristas'".

Será una pugna desigual, no obstante, toda vez que el PP en las tres provincias valencianas lo controla "la gente" del expresidente, por lo que Fabra tendrá que sortear aún más obstáculos de los previstos. "No lo va a tener fácil", resaltan varias fuentes.

Dos figuras poderosas en la Comunidad Valenciana desempeñarán un papel determinante en el porvenir más próximo de los populares valencianos: la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y el presidente de la Diputación en esta provincia, Alfonso Rus.

A Génova no se le escapa que las relaciones de Fabra con los dos "no son precisamente las mejores" y que tanto Barberá como Rus son probablemente las referencias del "campsismo" en la Comunitat.

Si a las fuentes se les pregunta si Barberá y Rus procurarán llevar a Camps de nuevo a la Presidencia de la Generalitat, responden convencidas que "de ningún modo".

Con un convencimiento similar argumentan que, no obstante, se esforzarán por cortar cualquier tentativa de Fabra de ir ganando terreno en la dirección del PP valenciano y en el resto de la estructura.

Para Génova la clave en este entuerto será Rita Barberá, de quien esperan que contribuya a mantener el equilibrio de poderes, sin preponderancia de "campsistas" o "fabristas", y de que favorezca la gestión de Fabra, aunque dando por seguro que su apoyo no resultará "muy ostensible".

Tanto la secretaria general, María Dolores De Cospedal, como el vicesecretario de Política Autonómica, Javier Arenas, los dos dirigentes más influyentes en Génova, seguirán los acontecimientos con mucha atención y se encargarán de evitar que las aguas se agiten, recuerda una fuente.

Pero sin olvidar que Camps querrá volver, no se sabe si a Madrid, a un puesto de envergadura en Valencia o a una Embajada estratégica, y que más temprano que tarde Rajoy deberá tomar una decisión. "Ojalá sea dentro de dos o tres años, cuando todo pase", sentencia una fuente.